Estimados docentes: Hace cinco siglos el mundo tenía otras prioridades y características. No había teléfonos celulares ni aviones, tampoco veinte tipos de jabones y shampoos según tipo de cabello. No había automóviles ni semáforos. No había tanta gente tampoco, supermercados y edificios de vidrio de veinte pisos. La gente caminaba por las calles en lo que hoy serían considerados harapos, telas cuya única función era no ser muy gruesas en verano ni muy delgadas en invierno. Había otra clase de personas, profesiones, oficios y formas de ganarse la vida. Y había artistas.

Estudiar a profundidad el Renacimiento tomaría muchas semanas, quizás meses y años. Y no solo es una cuestión de fechas y nombres. Es principalmente una cuestión de sensibilidad y sentido común, de apreciación por lo antiguo, por su valor e influencia para ser mejores seres humanos. Sus implicancias van desde lo más etéreo –la religión, la filosofía- hasta lo más concreto –construcciones monumentales, obras de arte- y siempre poniendo por encima el ingenio del cerebro humano para cristalizar sus más alocadas imaginaciones y sueños, con recursos mínimos y diversas resistencias que, hasta ese momento, eran normales.

Retrocedamos a este fascinante tiempo en que todo, absolutamente todo, no era como el mundo en que hoy vivimos. Ese mismo mundo que también fue azotado por terremotos y pandemias y aun así, más desguarnecido que ahora, sobrevivió y salió adelante.

EL LINK

https://www.culturagenial.com/es/renacimiento/

EL DATO

  • En los siglos XV y XVI, es decir, durante el Renacimiento muchas obras de arte fueron censuradas por la Iglesia debido a los desnudos que en ellas se mostraban. El caso más celebre es la censura de los frescos de la Capilla Sixtina de Roma, pintados por el genio florentino Miguel Ángel Buonnarotti. A causa de la censura eclesiástica, los desnudos del Juicio Final fueron retocados el mismo año en que murió su pintor, ya que se acusaban de paganismo. Por eso, en el año 1564, el pintor Danielle di Volterra fue encargado por el papa Pío IV para cubrir “las vergüenzas” de los personajes. Éste, al parecer, cumplió su cometido dibujando delicados velos y sutiles bragas sobre las figuras para tapar sus partes pudendas, lo que le costó el apodo de «Il Braghettone».
  • En el Renacimiento los besos en la boca eran una forma de saludo muy frecuente.  En Inglaterra era de lo más normal que cualquier invitado al llegar a casa de alguien, propinara uno de ellos no sólo al anfitrión sino también a su mujer, a todos sus hijos e incluso a las mascotas como perros y gatos.
  • La época importante en la historia de las matemáticas está comprendida en la época del Renacimiento: Es de destacar la obra de Leonardo de Pissa, titulada Liber Abaci, en donde se explicaba de una forma clara el uso del ábaco y el sistema de numeración posicional. También destacarla introducción de los exponentes fraccionarios y el concepto de números radicales, además se estableció un sistema único de números algebraicos, con lo que se hizo posible expresar ecuaciones en forma general.
  • Pietro Aretino fue un escritor, poeta y dramaturgo italiano, conocido por sus críticas de arte sobre el estilo de Tiziano. Parece ser que Aretino murió de la risa mientras su hermana le contaba una historia bastante subida de tono. Preso de un fuerte ataque de risa, cayó al suelo de espaldas víctima de una apoplejía, que acabó con su vida a los 64 años.

Fuente: Blog Miradas de la historia

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