Estimados docentes: Perú, Argentina, Chile, Colombia, México. Mencionen el país de la región que deseen. Sus balances educativos se parecen mucho. Mientras los medios oficiales adoptan un tono entre optimista y encubridor de errores, los alternativos colocan sobre la mesa aquellos puntos que preferiríamos no ver: falta de cobertura de la educación online, niveles altos de distracción entre alumnos y dispersión de los aprendizajes, incertidumbre y malestar en padres de familia, etc.
Hay un viejo adagio que reza que, para tener un mejor futuro, no debemos repetir los errores del pasado. En ese sentido, si lo aplicamos a la pandemia que aun nos aqueja en el mundo entero, debemos reflexionar con profundidad y objetividad qué se ha hecho realmente, cuánto se ha avanzado y cuánto se ha retrocedido el pasado 2020 en términos del proceso enseñanza-aprendizaje. La educación tecnológica está bien, perfecto. Pero ¿ha sido suficiente?
Todos queremos que este 2021 sea mejor. Todos esperamos que lleguen las vacunas, masiva y globalmente, con 100% de efectividad médica, sin riesgos. Todos queremos volver a las escuelas. Pero hoy, que aun no llegamos siquiera a la primera semana de este nuevo año, los índices de contagios en el mundo entero aumentan y las masas, en especial en aquellos países que, como el Perú, carecen de pisos sociales económicos básicos que permitan un nivel de responsabilidad, solidaridad y preparación para afrontar y obedecer medidas sanitarias sin desesperarse, ya sea por temas económicos o por deseos de escapismo (fiestas, reuniones, aglomeraciones), continúan actuando de manera irreflexiva, en medio de gobiernos más ocupados en mantener su poder que en pensar hacia adelante, hacia el futuro; haciendo que esta situación pandémica continúe.
Los docentes somos instrumentales en esa capacidad de reflexión. Y, aun cuando no contemos con los espacios públicos o mediáticos suficientes, tenemos que hacer el esfuerzo por entender, primero, y hacer entender, después, a nuestros colegas, familiares, amigos y alumnos, la gravedad de esta coyuntura para salir juntos adelante.
El video que acompaña este post hace un análisis frío y sin concesiones, reconociendo lo valioso y haciendo ver lo que debe corregirse, de la situación en Perú. En el Link verán un análisis de Argentina y en el Dato, cómo ve las cosas un experto colombiano.
EL LINK
EL DATO
- Al hacer un balance de 2020, es imprescindible destacar la veloz adaptación del sistema educativo a las plataformas en línea en medio de la crisis sanitaria. No hubo tiempo para experimentaciones sino que, sobre la marcha, fueron implementadas las herramientas remotas y de virtualidad para retomar las clases.
- Una tarea pendiente es ajustar la dinámica virtual; es decir, no solamente volcar las clases presenciales a los medios remotos, sino producir esquemas exclusivos para la educación en línea, bien sea con los modelos de alternancia o totalmente virtuales.
Fuente: El Espectador.com
En la pandemia, hemos aprendido:Adaptar
las enseñanzas a los estudiantes, ser cons
ciente del cambio climático, comunicacion
externa e interna, el trabajo tecnológico pa
ra los alumnos, además los indices de conta
gio en el mundo entero aumentan, en espe
cial en el Perú, carecen de economia q’ per
mitan responsabilidad para afrontar medi
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