Estimados docentes: Los sistemas educativos a nivel mundial están experimentando una serie de desafíos, muchos de los cuales están lejos de resolverse. Sin embargo, la tenacidad y el profesionalismo de los docentes hace que cada día surjan nuevas ideas, experiencias compartidas, acciones desplegadas a partir de las necesidades de formación a distancia que cada uno va cubriendo en la medida de sus posibilidades y desarrollo previo.
Incluso países con una gran infraestructura, como los Estados Unidos, hoy debaten intensamente sobre la conveniencia de regresar a clases presenciales o no, con temas como la seguridad sanitaria de alumnos, maestros y coordinadores en la primera línea de discusión. Instituciones educativas públicas con enormes espacios abiertos, salones con controles de temperatura y organización 100% detallista (tópicos médicos, psicólogos) se mantienen cerradas en todos los estados, a pesar de ciertos grupos de personas que reclaman el reinicio de las clases “normales”.
Lo cierto es que la educación online seguirá siendo la mejor opción pues es muy difícil y riesgoso exponer a toda una comunidad –maestros y alumnos pueden esparcir el virus en sus casas- solo para sentir que la normalidad está volviendo. En el mundo entero, este tema de la aplicación de la tecnología para dar continuidad al proceso educativo interrumpido por la pandemia es una realidad inevitable y tenemos que adaptarnos a ella.
Por eso estas reflexiones y consejos para llevar lo mejor posible las clases a distancia son siempre bienvenidas. Los aprendizajes para nuestra profesión pueden ser compartidos sin importar fronteras ni idiomas, solo aplicar el sentido común que nos da el ser maestros para que cada recomendación pueda servirnos a nuestra propia situación y alcanzar así los mejores resultados posibles. Sabemos que no es lo mismo educar de forma presencial que a través de pantallas pero la prioridad es la conservación de la salud y la vida.
EL LINK
EL DATO
8 consejos para educar en pandemia
- Sigue tu rutina pre-COVID-19: Levantarnos cada día sin horarios marcados, pueden provocar que la distracción y la pereza hagan acto de presencia. Es muy importante marcar una rutina en nuestra jornada, que se parezca lo más posible a la etapa pre-pandemia. Debemos tener el margen suficiente de tiempo para poder ducharnos, desayunar, quitarnos el pijama y arrancar nuestra jornada de estudio, o de preparación de las clases y tareas nuevas.
- Crea el espacio de estudio ideal: El lugar donde decidas estudiar o desde el que decidas impartir tus clases online debe cumplir una serie de requisitos mínimos. Siempre que se pueda, deber ser un espacio con buena iluminación natural; utilizar una silla y mesa que nos permitan adoptar una postura cómoda, olvídate de trabajar en la cama o en el sofá; lejos de distracciones (televisión) y aislado del resto de dependencias. Además, rodéate de todos los elementos habituales con los que contabas en tu despacho: agendas, cuaderno de notas, ordenador, impresora, etc.
- Realiza descansos periódicos: ¿Sabías que con el confinamiento estás ahorrando una media de 30 días al año? Hablamos de desplazamientos a la facultad, colas a la hora de comer, reuniones, claustros etc. Disponemos de muchas horas al día para estudiar, lo ideal es dedicar 45 minutos y descansar otros 15. Esos paréntesis pueden servir para hacer algún ejercicio de estiramiento; estar con la familia o consultar nuestro correo electrónico, redes sociales, las noticias o WhatsApp. Por último, es necesario que, al menos, un día a la semana descansemos.
- Márcate objetivos diarios: El hecho de que estés todo el día en casa no debe traducirse en duplicar tus tareas. Es importante fijarnos unas metas diarias, un listado diario o semanal. Estos objetivos hay que coordinarlos con nuestro profesor, alumnos y/o compañeros de clase, tratar de generar un calendario y tiempos estimados para la realización de cada una de estas tareas.
- Márcate un horario para cada día y cúmplelo: Establecer un horario fijo, un tiempo para cada tarea te ayudará. Como docente es importante acordar con nuestros alumnos un horario de trabajo: horas a las que vamos a estar conectados para que puedan realizarnos consultas, cuándo van a poder unirse a las sesiones online o deben enviar los trabajos. Y, sobre todo, ser muy escrupulosos en su cumplimiento.
- Autodisciplina: Es la clave. Cada día nos llegarán nuevos desafíos en forma de distracciones, mensajes en redes sociales, reuniones, entregas inaplazables y todo dependerá de nuestra propia organización. En tu casa no hay profesores, no hay jefes de departamento, ni decanos; pero el hecho de que no haya nadie encima de ti no rebaja la tensión. Tú debes marcar los tiempos y el desarrollo de cada tarea. Esta situación será un buen test para autoevaluarnos.
- Apóyate en la tecnología: La tecnología lleva muchos años preparándose para esta situación. Digamos que nos llevaba mucha ventaja; el coronavirus no la ha pillado para nada desprevenida, por lo que tanto alumnos como profesores cuentan con una cantidad de recursos de aprendizaje, formación online y trabajo en equipo en remoto inabarcable.
- Involucra a tu familia y compañeros de piso: Tanto si el confinamiento los estás pasando en casa con tu familia e hijos, o en casa con tus padres, o con compañeros de piso, es importante contar con la colaboración de todos ellos para lograr el éxito. Es vital que todos estén involucrados en tu nuevo estado. Todos deben conocer tus rutinas, horario, incluso las reuniones programadas para tratar de facilitar la conciliación académica y tu vida doméstica.
Fuente: ElSevier.com
Enseñar en tiempo de pandemia, sería rede
finir el currículo en las Instituciones escola
res, dotar de flexibilidad curricular, pensar en su contextualiza cio’n,etc, por estas re
flexiones, llevar lo mejor posible, las clases
a distancia, la tenacidad y el profesionalis
mo de los docentes hace q’ surjan nuevas i
deas, también para la salud y la vida.