Estimados docentes: El año pasado, a estas alturas, muchas familias con la posibilidad de cubrir sus gastos básicos y más, tenían ya todo listo: la casa adornada, la alacena bien provista, las coordinaciones hechas para cruce de visitas. Mañana, tarde y noche recorriendo casas de amigos, compañeros de trabajo, parejas y familias. Las oficinas organizaban almuerzos y brindis en preparación a las fiestas. Intercambios de regalos. Amigos secretos.
Este año, por supuesto, nada de esto es posible.
Las recomendaciones son a nivel mundial. Si visita a sus padres, hágalo por poco tiempo, en espacio abierto. De preferencia, no lo haga. Muchos se saludarán la Nochebuena por Zoom o alguna otra herramienta virtual. A pesar de que en algunos sectores sociales vemos aglomeración de personas en tiendas y mercados, no debemos ignorar estos consejos ya que el año se acaba pero el virus sigue entre nosotros, al acecho, amenazando nuestra seguridad y la de nuestros seres queridos.
Por eso este 2020 recibamos la Navidad observando las recomendaciones que nos dan las autoridades para así reducir el riesgo de contagio. Más vale revenir que lamentar.
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EL DATO
- Las autoridades recomiendan que pasemos estas fiestas solos con nuestra burbuja de convivientes. Y si salimos de ese contexto estable, tendremos que tomar precauciones. Sin embargo, no hay una única encrucijada, no es un todo o nada.
- Existen muchas alternativas, pero hay tres factores que son decisivos en estos días de celebración. Las personas con las que nos agrupemos, las condiciones del lugar en el que nos juntemos y la forma en la que disfrutemos de esa reunión.
- El Reino Unido apuesta por crear una burbuja social para todas las festividades, pero en su caso abarca cinco días, y en España se extienden hasta el 6 de enero. Las recomendaciones que planteamos siguen siendo necesarias, pero el riesgo se multiplica de forma notable con cada encuentro y con cada invitado.
- No hay una bala de plata que detenga los contagios. Es la suma de medidas que se complementan. Mascarillas, geles, distancia de seguridad, ventilación o higiene son como capas porosas de protección que juntas obstaculizan la infección. Con la Navidad sucede lo mismo. Cuanto más nos alejemos del escenario seguro ―solos en casa―, más medidas tendremos que tomar para minimizar el peligro. Nunca habrá riesgo cero. Pero si se va a celebrar, mejor contar con las mejores herramientas para sacar de la ecuación situaciones innecesariamente arriesgadas.
Fuente: El País.com
Xavier Savin, psicólogo y escritor, recomien
da «centrar la atención en lo q’ si podemos
hacer» y «poner el foco en lo entrañable y es
pecial de poder reunirnos (con quien poda
mos) e incluso llamarnos o escribirnos.Tam
bie’n las autoridades recomiendan q’ pase
mos estas fiestas, so’los con nuestras fami
lias y tomar precauciones si salimos.