Estimados docentes: Muchas veces, hablar de reciclaje parece ser un tema repetitivo y aburrido, como si ya lo supiéramos todo respecto de eso y, al final de cuentas, para qué insistir si las cosas no cambian en términos de responsabilidad en las grandes industrias que llenan el planeta de residuos contaminantes. La ecología, más allá de identificarse actualmente como una de las banderas de determinadas ideologías políticas, debería despertar en los seres humanos más de una alerta. Sin embargo, eso no está ocurriendo.

Las imágenes de especies animales que sufren muertes no relacionadas ni a su propio ciclo vital -la cadena alimenticia, los depredadores- ni al hecho de ser fuentes de alimentos del ser humano, sino a intoxicaciones por consumo masivo de microplásticos, los cuales confunden con comida en ríos y mares o, lo que es peor aun, que terminan asfixiadas por haber quedado atrapadas en una red o porque un pedazo de plástico las ahorcó o les causó heridas físicas difíciles de describir -como ocurre a diario, mientras ninguno de nosotros somos capaces de darnos cuenta de ello- recorren el YouTube y, en lugar de crear conciencia, pareciera que aumentan el morbo y la insensibilidad, ya que no generan ninguna reacción al respecto.

Por ejemplo, el caso que les presentamos aquí, el de la Isla Henderson, parte del archipiélago Pitcairn -que pertenece al Reino Unido- es realmente dramático y, por diversos motivos, patético. Como mencionan en la publicación científica National Geographic: “Para los científicos marinos que han desembarcado en sus playas, es la peor demostración de cómo el comportamiento humano puede arruinar un delicado ecosistema. En esa isla hay, de hecho, 18 toneladas de plástico que producen una catástrofe «año tras año», según explican los investigadores de la Universidad de Tasmania y la Real Sociedad en el Reino Unido que la han visitado”.

Una situación como esta no es estática, sino que empeora con los hábitos por un lado, industriales -la producción mundial de plástico de un solo uso alcanza números impresionantes- y, por el otro, personales -las campañas de reciclaje existen  a nivel de ciertos colegios y municipalidades pero no han logrado concientizar al grueso de las familias en todo el mundo. Es un reto para el docente moderno, crear la conciencia necesaria para que todos, independientemente de nuestras ideas políticas, entendamos que reciclar el plástico que no podemos dejar de usar por la vida que llevamos, es vital para el planeta.

EL LINK

https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/ecologia-la-isla-henderson-paraiso-arruinado-plastico-nid2273590

EL DATO

  • A unos 5.000 km de la costa de Chile se encuentra la paradisíaca Isla Henderson. Hasta aquí todo puede parecer normal, pero la cosa cambia cuando se ha conocido recientemente que un lugar reconocido como Patrimonio de la Humanidad en 1988 por la riqueza de sus aguas es el lugar más contaminado del planeta.
  • La mayor parte de la basura -aproximadamente un 68%- ni siquiera es visible, ya que al menos 4.500 trozos por m2 están enterrados a 10 cm bajo la superficie, lo cual nos pone en alerta del peligro que esto supone para el medio ambiente.
  • Un pequeño gesto como el de comprar bolsas de basura recicladas, volver a reutilizar algo que teníamos pensado tirar o contribuir llevando a los contenedores de reciclaje lo que ya no queremos es un gesto muy sencillo con el que podemos evitar un desastre de tales dimensiones.

Fuente: Revista Relevo

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