Estimados docentes: Memorizar es el acto de acumular, en nuestra memoria, información, datos, nombres y fechas, sonidos y sabores, calles y avenidas, rutas, cantidades y medidas. La capacidad de nuestro cerebro para almacenar esta clase de información es simplemente sorprendente. Antes que cualquier disco duro, el cerebro humano ofreció a nuestra especie la posibilidad de aprender y guardar todo ese conglomerado de datos que, en su vida futura, le permitirá tomar decisiones, emprender proyectos, superar etapas académicas, laborales y personales.
Tener buena memoria es, además, una cualidad que no llega sola sino que es resultado del trabajo, de ejercitar la mente con lecturas, con cálculos, con atención. La memoria es fundamental para el proceso de enseñanza-aprendizaje, porque facultad al individuo en formación a procesar aquellas informaciones que le sean de utilidad para comprender una materia, establecer un contexto, asociar ideas en situaciones espacio-temporales. Sin embargo, durante años, la memoria ha sido injustamente satanizada.
Una de las mayores críticas a la educación convencional se basa en considerar que al “memorizar todo” se deja de lado la reflexión, la comprensión profunda de un tema. Ocurre que, en ese sentido, lo que debemos evitar es el mal uso de la memoria. No solo se trata de aprovechar esta capacidad mecánica de almacenaje de datos para usos inmediatos -un examen, un trabajo semestral- sino que sea la base sobre la cual orientemos a nuestros estudiantes a sacar sus propias conclusiones, incorporando a sus conocimientos esas informaciones pasadas que hacen más lógica la evolución de las ideas, las personas, los acontecimientos y las sociedades.
EL LINK
EL DATO
- Uno ya no se acuerda de los cumpleaños ni de los números telefónicos. Las personas pasaron de memorizar cada detalle a depender del celular y la web. ¿Internet provocó una amnesia general o es una herramienta que ayuda a recordar lo importante?
- En la actualidad existen recursos o apps para cada necesidad. Si uno se pierde en la calle puede acceder al GPS; si se olvida de un cumpleaños Facebook se lo recuerda; si surge una polémica, Google juega a ser ojo de halcón para definir quién tiene razón y, como si fuera poco, el despertador llegó a su ocaso de la mano del celular.
- Sin embargo, ¿qué pasaría si las personas no pudieran tener acceso a su celular o Internet por cinco días? “Perderían la memoria, la cognición social, la comunicación, la ubicación espacial y algunas de sus experiencias más queridas: sus imágenes, videos y recuerdos más preciados.
Fuente: Clarin.com
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