Estimados docentes: Aprender idiomas es una necesidad en el competitivo mundo moderno. Y aunque sea cierto que las preferencias se orientan al estudio de inglés, francés o incluso chino mandarín –en especial aquellos escolares que se proyectan a estudiar economía o negocios internacionales, por la preponderancia que tiene la China en el desarrollo de actividades comerciales lucrativas-, en realidad el aprendizaje de idiomas en general es un campo de estudio fascinante sea que se aborde por meras razones utilitarias (mejor posibilidad de conseguir empleo y ganar dinero) o por temas más humanistas y culturales.
Por ejemplo, si hablamos español por haber nacido en Hispanoamérica e inglés aprendido en el colegio, aprender alguna lengua nativa –el quechua en el caso peruano, guaraní en el Paraguay, y así- nos acerca a nuestra raíz y activa a nivel cerebral una serie de funciones que enriquecen nuestra inteligencia y desarrollo mental, tanto en lo cognitivo como en lo emocional.
Lo mismo si emprendemos el aprendizaje de lenguas más ajenas a nuestra zona de residencia como por ejemplo el japonés, el turco, el ruso o el árabe. Acercarse a otras culturas y religiones abre también nuestra visión del mundo, mejorando nuestras posibilidades de entendimiento acerca de la vasta diversidad que reina en el mundo. Esto sin mencionar que hoy en día son más comunes los casos de niños con padres que hablan una determinada lengua pero que, al vivir en otro país, terminan aprendiendo ambos idiomas en paralelo, creando así lo que se conoce como cerebro bilingüe, como se ve en la explicación del video que acompaña este post.
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EL DATO
- Retraso de la demencia. Además de potenciar la atención y la memoria, hablar dos idiomas o más ayuda a combatir la demencia senil. Según la catedrática Ellen Bialystok, los síntomas se retrasan en personas que han sido bilingües de por vida. Más concretamente, los expertos señalan que dominar dos lenguas protege contra el deterioro cognitivo. En otras palabras, la actividad mental y física realizada a lo largo de la vida nos prepara para un envejecimiento más saludable.
- Mejora en la recuperación de un ictus. El bilingüismo también puede ser beneficioso en pacientes que han sufrido un accidente cerebrovascular. De hecho, varios estudios indican que las personas que hablan más de un idioma tienen el doble de probabilidades de recuperar sus funciones cognitivas normales tras un ataque de este tipo en comparación con quienes solo hablan uno.
- Huella cerebral. Todas estas habilidades extra tienen su reflejo en el cerebro. Los lóbulos frontales, responsables de las funciones ejecutivas, son las regiones más relacionadas con el bilingüismo. Un estudio de la Universidad de Washington (EEUU) realizado en bebés de once meses de familias bilingües (castellano e inglés) y monolingües (solo inglés) reveló diferencias en estas áreas.
Fuente: E-Magister.com
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