Estimados docentes: Qué tiempos aquellos en que los héroes y próceres no usaban trajes de acero ni tenían poderes sobrenaturales. Aquellas personas que hicieron de todo para llevar adelante la educación y la convivencia armónica fueron seres humanos como usted, como yo, pero con la determinación de que su estadía en el mundo tenía un propósito superior. La modernidad ha hecho que estos ideales sean vistos como pasados de moda, anacrónicos.
En Argentina, hablar de Domingo Faustino Sarmiento es inspirador para profesores y políticos, para militares y periodistas (para los buenos, desde luego), y su legado pedagógico y como pensador se mantiene vigente aun hoy, en pleno siglo 21 de computadoras, viajes al espacio, redes sociales y pandemias. La necesidad de reconectarnos, de mirar al otro a los ojos, de respetar las diferencias sin dejar de querer y proteger lo propio, son valores que siguen siendo importantes para mucha gente.
Continuamos con la serie Maestros de América Latina, recordando la figura de Domingo Faustino Sarmiento, histórico personaje de enorme gravitación en el desarrollo de la educación pública argentina.
EL LINK
https://www.uba.ar/noticia/19561
EL DATO
- En la iconografía patria, y especialmente escolar, su imagen está casi excluyentemente identificada con la del maestro y fundador de la instrucción pública argentina. Queda así en un segundo plano otro Sarmiento, tanto o más apasionante que el primero: ese que, percibiendo los desafíos de su tiempo –construir «una Nación en el desierto argentino».
- Si bien se lo recuerda como educador, su figura impregnó casi todos los ámbitos de la vida pública argentina en los últimos dos tercios del siglo XIX. Su personalidad inquieta y emprendedora lo llevó a incursionar en múltiples áreas: la diplomacia y el ejército, el ensayo y la divulgación, los viajes y el periodismo, la política.
- Su principal interés residía en el establecimiento de un sistema de educación pública y de calidad para todos los habitantes. Este era el mejor medio para alcanzar el progreso a largo plazo. De acuerdo a su visión, el desarrollo económico no bastaba para que el país se convirtiera en una república de ciudadanos civilizados.
Fuente: Infobae
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