Estimados docentes: Las tecnologías que han permeado todos los aspectos de la vida cotidiana de las sociedades a nivel mundial, han impactado también fuertemente en el comportamiento, intereses y capacidades de los niños y adolescentes en edad escolar, transformándolos de manera dramática. ¿Estamos preparados y consientes los maestros de ello? ¿Cómo alcanzar nuestros elevados objetivos pedagógicos si no conocemos a cabalidad la nueva forma de ser del joven en estos tiempos?
Dentro de las novedades que ha traído el desarrollo tecnológico al lenguaje social, uno de los términos más extendido es el de «nativos digitales» o «millennials» para referirnos a la generación nacida desde, aproximadamente, la primera mitad de la década de los años noventa. Esto significa que son nativos digitales todas aquellas personas que hoy tienen, como máximo 28 años y, de allí, hacia abajo.
Eso significa que en las escuelas actualmente solo hay nativos digitales. ¿Cómo los estamos tratando nosotros, maestros formados en un tiempo en que eso no existía en las películas de ciencia ficción que nos enseñaron a ver cuando fuimos chicos? ¿Cómo siempre se ha tratado al niño/adolescente o de acuerdo a sus nuevas formas de entender la vida, la interacción social, el despertar sexual y la adquisición de conocimientos?
Conocer a los nativos digitales a fondo requiere de mucha atención de nuestra parte, ya que los matices que presentan pueden ser muy diversos y, sin llegar a una complejidad que sea difícil de manejar, tampoco responden a generalizaciones que puedan llevarnos a manejar de manera poco adecuada la multiplicidad de situaciones que afrontan hoy los nativos digitales como por ejemplo: bullying, presiones sociales, distracción, dependencia de las redes sociales, entre otras.
EL LINK:
https://www.iebschool.com/blog/nativos-digitales-digital-business/
EL DATO:
En el libro Los nativos digitales no existen, obra multiautoral publicada en España en enero de este año, se deslizan interesantes cuestionamientos acerca de la expresión «nativo digital» que vale tomar en cuenta también para conocer tanto los aspectos positivos (y los más difundidos) de los también llamado «millennials» como los negativos, producto de una interpretación mala o superficial de su existencia. Aquí algunas ideas a considerar:
- Es un error considerar a estas generaciones -los nacidos a partir de mediados de los noventa- competentes en el uso de la tecnología por el mero hecho de haber nacido con ella. Porque, ¿acaso por nacer en una familia que hable castellano dominamos el idioma?
- A los adolescentes no se les considera suficientemente maduros hasta los 16 años para consentir tener relaciones sexuales (con mayores de edad), pero sí se les considera suficientemente maduros a partir de los 14 años para poder cometer un delito.
- Es un absurdo considerar que estos jóvenes van a saber aprovechar el enorme potencial de estas tecnologías en su desarrollo como personas y en el progreso de nuestra sociedad de forma casi instintiva, sin que tengan el apoyo de la familia y sin que diseñemos y apliquemos planes educativos al respecto.
- Que un niño nacido a partir de los 90 se haya familiarizado y aprendido a manejarse en el entorno digital de forma intuitiva, no quiere decir que realmente sepa cómo funciona internet y aún menos sus derechos y deberes en este entorno.
- El derecho y deber de los padres de velar o cuidar de sus hijos se extiende tanto al entorno físico como al entorno virtual de internet y que tanto cuando son unos niños como cuando son adolescentes (y empiezan a reivindicar su derecho a la intimidad) deben conciliarse ambos derechos y deberes: la intimidad de los adolescentes y los debidos cuidados de sus padres.
Nativos digitales o millennials, los q’han. na
cido conociendo sus experiencias dispositi
vos, desde la primera mitad de la década de
los años 90,o sea las personas q’ tienen 28
años,conocerlos requiere esmerada atención del profesor, ya q’sus matices son
diversos como el bullying etc, son compe
tentes e intuitivos a la tecnología, necesitan
el cuidado de los padres.