Estimados docentes: En Lima, Perú, si uno enciende la televisión abierta a las 5 de la tarde, y tiene la mala suerte de sintonizar cierto canal (9 creo que es), puede ver el anuncio del programa nocturno de espectáculos.
Y, si para colmo de males, tiene al lado a su hija de 9 años, ella verá con usted cómo una joven semidesnuda se le sube encima a un joven semidesnudo, vociferando insultos a sus rivales de ocasión, mostrando imágenes de discotecas, gente tomando, bailando reggaetón, subiendo y bajando de carros de lujo, sin mascarillas ni distancia social. ¿Valores? Nunca los encontrará en ese horario familiar.
El impacto que eso produce en niños, niñas y adolescentes es, cuando tratamos de calcular cuántas veces a la semana se exponen a esa clase de estímulos en todos los canales y periódicos populares, es altamente nocivo y negativo.
¿Cómo hablarles de respeto a la mujer, a las normas de convivencia, con esa batería de información contraria que reciben? ¿Cómo recuperar los llamados “valores” para una generación futura más sensible y solidaria, si desde que son niños les enseña la televisión –y quienes la permitimos en nuestras casas- que nada es más importante para ser felices en esta vida que tener un automóvil último modelo, una figura de infarto, una musculatura artificial, salir de fiesta todos los fines de semana y alcanzar la fama sin saber hablar correctamente el español?
La llamada “crisis de valores” que nos persigue desde hace alrededor de tres décadas está hoy en su punto más efervescente. Se nota en la política corrupta, en el fútbol convertido en negocio multimillonario de salarios obscenos en un mundo con pobreza extrema, en la farándula agresiva y chabacana, en las letras de las cancines que bailan nuestras hijas e hijos en TikTok e Instagram.
Y todas estas actividades –política, fútbol, farándula, música popular, redes sociales- son las que consumen a diario hombres y mujeres en edad adulta, pensando que tienen derecho a relajarse. Y lo hacen delante de –y muchas veces con- sus hijos menores que, a solas y en silencio, van anidando deseos, expectativas falsas, que más tarde se convierten en exigencias y posibles frustraciones al no poder costearse: la fiesta de 15 años en limosina, el acompañante vestido de stripper, el desfile de modas.
¿Hablar de valores y su recuperación no debería incluir la noción de acabar con todo eso? ¿Qué opinan ustedes?
EL LINK
https://www.abc.com.py/articulos/la-axiologia-la-moral-y-la-etica-827267.html
EL DATO
- Los valores humanos son el conjunto de ideas que tienen la mayor parte de las culturas existentes sobre lo que se considera correcto. Suponen la colocación de la especie humana en una posición de superioridad gracias a los valores éticos y morales.
- La honestidad supone que como personas debemos decir siempre la verdad. No significa ser hirientes, ya que la honestidad debe ir acompañada siempre de otro valor fundamental que es el respeto. Ser honesto significa ser objetivo, hablar con sinceridad y respetar las opiniones de otras personas.
- El respeto, se relaciona con la honestidad. El respeto conlleva atención o consideración hacia otra persona. Es uno de los valores humanos más importantes, ya que fomenta la buena convivencia entre personas muy diferentes.
- La sensibilidad nos permitirá ayudar, ser compasivos, utilizar la empatía y entender el dolor ajeno. Una persona sensible comprende las miradas y los gestos más allá de las palabras y sabe cuándo otra necesita algo.
Fuente: EACNUR.org
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