Estimados docentes: Tener buena ortografía es símbolo de buena educación, inteligencia y cultura. La buena ortografía es resultado de haber pasado horas leyendo -periódicos, revistas, libros, páginas web- párrafos escritos correctamente. Revisando la página web de Daddy Yankee no vas a obtener una buena ortografía. Tampoco mirando una y otra vez los videos de treinta segundos del TikTok.
En estos tiempos en que (casi) nadie lee nada interesante, es extraño ver a jóvenes preocupados por su buena ortografía. Sin embargo, no desarrollarla les traerá muchos problemas para insertarse en el mercado laboral profesional. Es decir, siempre existe la posibilidad de que se vuelvan influencers o youtubers -con todos los peligros que ello implica- para lo cual dará lo mismo que escriban “haber” en lugar de “a ver” -cuando quieran decir que van a ejecutar la acción de prestar atención a alguna cosa- o que escriban “descanza en paz” en el velorio de tu artista favorito.
Pero si lo que quieren es estudiar en la universidad para luego conseguir un trabajo rentable como representante de negocios internacionales (la carrera de moda), ser chef o manager de un hotel de lujo, es una obligación escribir correctamente. Y para todos aquellos que prefieren pasar más tiempo libre en TikTok o Instagram que revisando las páginas del diccionario, quizás puedan ser de utilidad las aplicaciones ortográficas y correctores disponibles online. Siempre se estará un paso atrás en comparación a quien adquirió el buen hábito de la ortografía de manera natural y no tecnológica, pero también podrán librarse de algunas vergüenzas si les toca escribir algo que sea medianamente serio.
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EL DATO
- “La permisividad de la propia sociedad ante las faltas de ortografía se ha normalizado y se ha convertido en un factor negativo», explica la directora de la Asociación de Directivos de IES de Galicia (Addiga) y directora del IES Eusebio Da Guarda, Isabel Ruso.
- La lectura, como apunta la directora del IES Eusebio da Guarda, «ha disminuido mucho en el tiempo de ocio de los jóvenes», un hecho que considera un agravante en la situación de pobreza ortográfica actual.
- La lectura mediante una pantalla perjudica no solo a la ortografía de los jóvenes, sino que también empobrece su discurso. «Están acostumbrados a ir en busca de informaciones esenciales a la hora de leer algo en internet”.
Fuente: La Opinión
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