Estimados docentes: En el Perú, un profesor arequipeño creó un sistema de aprendizaje de la lectoescritura tan simple y, a la vez, tan efectivo, que se convirtió en la metodología más popular en toda Latinoamérica. Su innovación pedagógica cruzó fronteras y hoy, a sus 96 años de edad, recuerda con nostalgia, orgullo y sencillez este valioso aporte, el libro Coquito, que fue fundamental en tiempos en que los niños aun necesitaban aprender a escribir sobre papel, usando su propia caligrafía.
Uno de los efectos negativos de la tecnología informática y sus miles de aplicaciones es que los estudiantes ya no ven la necesidad de aprender a escribir a mano. Lápices, lapiceros y papeles han sido reemplazados por teclados, pantallas táctiles y emoticones. Ahora, tener “buena letra” es un asunto del pasado. Sin embargo, a pesar de que esta es una convención aceptada por la gran mayoría, aun da vergüenza “no saber escribir” y las grandes instituciones dedicadas al estudio de la educación y la niñez -Unicef, Unesco- así como los gobiernos de los cinco continentes ven un problema en los altos índices de analfabetismo de sus países, como señal de señal de pobreza y subdesarrollo.
La ambigüedad de este tema encierra problemas mayores para la sociedad de consumo en la que vivimos. ¿Por qué? Porque muchos sectores de usuarios de tecnología -los populares “techlovers”- son, en el fondo (y, a veces no tan en el fondo) lo que en cenáculos cultos se conoce como “analfabetos funcionales”. Es decir, personas que han crecido y se han formado en ambientes familiares bien constituidos, sin mayores padecimientos económicos, que pueden estudiar en colegios y universidades pero que, a pesar de todo ello, son incapaces de expresarse con fluidez y coherencia en su idioma. No obstante ello, son consumidores de tecnología, poseen aparatos “de alta gama” y consiguen muy buenos empleos. A todos ellos les haría buena falta practicar lectoescritura con uno de esos viejos y entrañables libros Coquito.
EL LINK
EL DATO
- Todo peruano, hombre y mujer, que tenga entre 25 y 85 años sabe perfectamente qué significa el nombre “Libro Coquito”. Profesores y alumnos, padres e hijos han estado en contacto en algún momento de sus vidas con esta línea de textos para aprender a leer y escribir.
- Zapata nació, en el valle de Tambo, Provincia de Islay en el departamento de Arequipa, en 1926. Su madre murió cuando él estaba joven, y creció aisladamente con un sacerdote. Más adelante, sintió la necesidad de estudiar y seguir una carrera como maestro.
- El Ministerio de Educación del Perú ha honrado a Zapata con los Palmas Magisteriales en el Grado de Amauta. Además, el alcalde de Arequipa lo recompensó con la medalla de oro de la ciudad. Ha sido nombrado Profesor Honorario de la Universidad Católica de Santa María, una de las principales de Arequipa.
Fuente: Blog Derrama Magisterial
Deja un comentario