Estimados docentes: Cuando las nuevas generaciones piensan en los Estados Unidos, solo vienen a su mente artistas pop de entretenimiento ligero y dibujos animados, comedias de televisión y películas de superhéroes de Hollywood, cadenas de comida rápida y parques de diversiones. Per hubo una época, durante la primera mitad del siglo 20 e incluso hasta entrada la segunda mitad -años sesenta y setenta- en que el país de Mickey Mouse y el Tío Sam también producía escritores. Y muy buenos.
Uno de ellos está de doble aniversario este 2024. Se cumplen 100 años de su nacimiento y cuarenta de su fallecimiento. Truman Capote fue, además de cuentista y novelista, un extraordinario cronista, uno de los creadores del reportaje novelado, un subgénero del periodismo antiguo, el que estaba íntimamente ligado a la literatura, en que una historia real adquiría formato y extensión de novela larga, gracias a la capacidad del autor para sumergirse en personajes, contextos, historias y entablar una relación personal con el hecho que comenzó a cubrir solo por interés noticioso.
A sangre fría -en inglés In cold blood- narra la terrible historia de un asesinato ocurrido en un pueblo alejado de Kansas. Los asesinatos, un par de ex presidiarios, deciden matar a una familia completa de apellido Cutter para robarles una cantidad de dinero que, según rumores, guardaban celosamente en casa. Para sorpresa de todos, policías e investigadores, tal tesoro -que no llegaba ni a los 2,000 dólares- no existía. La historia se publicó en la prestigiosa revista The New Yorker en 1966 y luego de un año fue llevada a la pantalla gigante, logrando cuatro nominaciones al Oscar y cambiando para siempre la forma en que se entendía el periodismo de crónicas y reportajes escritos.
Capote era, en sí mismo, todo un personaje. Son legendarias las consecuencias que tuvo en su vida personal la relación que entabló con uno de los asesinos del caso Cutter e incluso fue crucial su testimonio para la sentencia de muerte que les dieron a los causantes. Otros escritos suyos llegaron también al cine como por ejemplo Desayuno en Tiffany’s, pero fue A sangre fría la que le dio fama y prestigio.
EL LINK
https://www.educaciontrespuntocero.com/libros/truman-capote/
EL DATO
- Como sucede con muchos otros escritores, la educación formal nunca fue de mucha importancia para Truman Capote. “Solo me interesaban cuatro cosas: leer libros, ir al cine, bailar claqué y hacer dibujos”, confiesa en el prefacio mencionado.
- Truman Capote “tenía un talento especial, mezcla de ternura y picardía, para recrear las voces de las mujeres traviesas, transgresoras. En ese registro, su cuento Niños en su cumpleaños es una obra maestra”, dice Villoro sobre las cualidades estilísticas del escritor estadounidense.
- Capote siempre fue un autodidacta, y son los recursos narrativos, la técnica y el estilo, que aprendió a lo largo de los años, el gran legado de su obra.
Fuente: Revista Gatopardo.com
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