Estimados docentes: Desde hace ya más de un año, la llegada del Chat GPT revolucionó redacciones, salones de clase de colegio/universidad, redes sociales y trabajos en los que la elaboración de textos en volumen -cartas, eslóganes, documentos administrativos, saludos corporativos pata fechas especiales, etc.- es parte fundamental de sus actividades diarias. La posibilidad de obtener párrafos cortos de textos formales, escritos por la inteligencia artificial ante una pregunta muy elemental, en cuestión de segundos, es el paraíso para todos aquellos profesionales que jamás lograron desarrollar sus capacidades de lectoescritura. En ese sentido, mientras más una persona utiliza Chat GPT, más está revelándole al mundo que no puede escribir textos originales por sí mismo.
A favor del Chat GPT, dicen sus defensores que son, a la vez, sus usuarios, está el hecho del “ahorro de tiempo”. Es posible que ese aspecto sea real. De hecho, profesionales que sí poseen habilidades para la escritura usan también, de vez en cuando, el Chat GPT para producir textos homogéneos sobre temas genéricos, conscientes de que jamás tendrán la calidez, la amplitud de vocabulario y combinaciones, la creación de imágenes y emociones que sí están disponibles en sus propios textos. Pero, confiar al 100% en los textos autogenerados por el Chat GPT puede tener consecuencias muy negativas en el aprendizaje y, sobre todo, en el prestigio de las personas que lo usan. Algo que, finalmente, afectará tarde o temprano la autoestima profesional de quien entienda que no es capaz de superar las funciones de una aplicación que funciona sobre la base de algoritmos y combinaciones programadas por otros.
El tema debe ponerse en perspectiva: ¿Es el Chat GPT, con su redacción automatizada y aburrida, capaz de borrar del mapa a aquellos niños, niñas y adolescentes con talento para la escritura? Un muchacho sensible de 14 años, que haya leído de manera medianamente consistente entre los 8 y los 12 años, será capaz de producir un párrafo mil veces más profundo, colorido, emotivo e interactivo sobre lo que ve desde la ventana de su cuarto que las frías líneas que obtendrá del Chat GPT si le hace la pregunta “¿qué se ve desde la ventana de mi cuarto?”
Ustedes, ¿qué opinan, colegas?
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EL DATO
- La IA y otras tecnologías emergentes están transformando rápidamente muchos sectores, por lo que «es importante que los estudiantes se preparen en el sistema educativo para las nuevas oportunidades y desafíos que se presentarán en el futuro».
- Las herramientas de inteligencia artificial disponibles son una oportunidad para mejorar la educación. Permiten automatizar los procesos más rutinarios, un aprendizaje guiado por el profesor en un entorno autónomo o la creación de nuevo contenido desde los datos existentes.
- Desde la perspectiva del alumnado «es importante que éstos sean responsables de su propio aprendizaje y no abusen de la IA para hacer trampas. Es necesario fomentar la responsabilidad y la integridad en el proceso de aprendizaje».
Fuente: El Economista.com
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