Estimados docentes: En los últimos tiempos, los problemas de disciplina en las aulas parecieran haberse incrementado. Una combinación de los estímulos negativos que ofrecen a diario los medios de comunicación masiva, las redes sociales, la imitación de modelos de comportamiento agresivo de ciertas estrellas de farándula que son seguidos por niños y adolescentes, con la aparición de “novedosas” metodologías pedagógicas que han terminado relajando la relación entre maestros y alumnos, amparadas en supuestas bondades psicológicas del “ser amigo” han generado reacciones de excesiva confianza al perderse la idea de jerarquía, lo cual trae como consecuencia que estudiantes transgredan las normas de disciplina e incluso abusen de sus maestros, una situación que puede desbordarse en cualquier momento.
La satanización del término “disciplina” ha tenido mucho que ver con este tema. En aras de salvaguardar los derechos de los niños a no ser castigados incluso cuando lo merecen, los maestros han ido perdiendo autoridad y se sienten cada vez menos respaldados por sus directores, unidades de gestión y hasta padres de familia, una nueva generación de padres y madres que está lista para saltarle al cuello al primer docente que se atreva a llamarle la atención a su hijo, quien aprende desde muy temprano a manipular y mentir para no asumir el castigo que, el maestro, con objetivos pedagógicos, estaba en obligación de imponerle.
Por ello siempre es útil recuperar ese concepto de disciplina sin temores y, desde luego, sin cruzar la línea entre la autoridad y la imposición de normas con el abuso psicológico o físico. Las diversas etapas de la niñez y la adolescencia requieren, en medidas razonables, la aplicación de correctivos que a veces pueden incluir diversas acciones físicas no dañinas, ya que en las aulas somos los representantes de los padres y ellos nos confían la formación de sus hijos.
Ustedes ¿qué opinan al respecto?
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EL DATO
Recomendaciones para maestros que desean establecer/restaurar la disciplina:
1. Cambia tu actitud: Maestros y estudiantes somos parte de un grupo de personas que deben convivir de manera ordenada para lograr un fin común. La calidad de tus habilidades sociales dará pie a la manera en que fluirá tu clase.En la mayoría de las personas existe una tendencia natural a buscar un ambiente en el que se puedan sentir más contentas y alegres.Esto se debe al contagio de las emociones positivas, a cómo nos afecta el ambiente en el que nos encontremos, y cómo nos predispone a un bienestar emocional y a una mayor alegría.
2. Implementa nuevas maneras de llamar la atención: Antes de reprender a tu alumno por sus acciones, obsérvalo y pregúntate ¿Por qué o para qué actúa así? Los estudiantes con déficits visuales, auditivos, dislexia, TDA/H, con problemas familiares e incluso aquellos con altas capacidades son los que en su mayoría tienen malos comportamientos como una reacción automática y de defensa ante alguna situación.
3. Establece las mutuas reglas de comportamiento y convivencia en el aula: Te recomiendo establecerlas en conjunto, dependiendo del grado escolar puedes presentar una propuesta general y los estudiantes la irán votando.También se pueden ir modificando.Asegúrate de que todos los alumnos entiendan por qué se ponen esas reglas y cuáles son las consecuencias de cumplirlas o no cumplirlas.
4. Qué sientan que el salón de clases es suyo: Aunque lo tengas determinado permite que los alumnos decidan la distribución y espacio de almacenamiento de los materiales, libros, mochilas, suéteres, etc. Indicar estos espacios con letreros y que ellos los hagan y los coloquen, no importa la edad, esto lleva a una apropiación del espacio y a la conciencia del mismo y por lo tanto ellos lo van a respetar.
Para recuperar la disciplina en el aula en menos de 1 mes haz lo siguiente:
Implementa la dinámica de reglas mutuas dentro y fuera del aula. (estrategia número 3)
Da un espacio el viernes para plantear el plan de cambios, así el fin de semana tus alumnos pensarán en las reglas que quieren sugerir.
El lunes se expone y se concluye el reglamento común y los cambios al salón de clase.
Da el tiempo necesario para realizar la decoración o los cambios que se hayan aceptado, pero el cumplimiento de las reglas tiene que comenzar el lunes.
Cuando ya estén las reglas refuerza verbalmente con frases positivas en su cumplimiento, sobre todo al inicio de la implementación de estas o del periodo en el que se hayan modificado, pues esto asegura su cumplimiento.
Fuente: TalleresIntegrales.com
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