Redes sociales: Una vida desconectada

Estimados docentes: Paradójicamente, estas épocas de redes sociales e internet, en las cuales estamos todo el tiempo en contacto con los demás -y los demás, por ende, conectados con nosotros, y con otros- y a distintos niveles simultáneos pues podemos, a la vez, hablar de trabajo, de familia, de amistades y disfrutando de alguna cosa personal (una canción, un video, un texto), se caracterizan por generar individuos cada vez menos capaces de relacionarse entre sí de manera real, mirándose a los ojos y diciéndose cosas de frente.

La desconexión emocional solía ser vista por la ciencia psicológica como una suerte de mecanismo de defensa ante situaciones difíciles. Y esto es bastante cierto si nos remitimos al mundo de los adultos, en que gestionar nuestros niveles de estrés emocional puede salvarnos de angustias o sobredimensiones en cada problema que atravesemos. Pero resulta que, en la actualidad, esta desconexión comienza a edades más tempranas, producto de la vida virtual que supera a la vida real en términos de placeres momentáneos, fantasías y distracciones.

Entonces, cuando llega la hora de mostrarse como son realmente, muchos jóvenes llegan desarmados a ese tramo de la socialización pues ya se acostumbraron al anonimato, a la anécdota sin rostro, al emoticón de carcajada que pueden lanzar a la pantalla aun cuando estén aburridos o hasta deprimidos.

Estamos lejos de encontrar un balance en este asunto que, además, afecta el desempeño escolar de nuestros alumnos. Las recomendaciones de expertos aun no ingresan al imaginario colectivo de padres, maestros y menos de los cibernautas más jóvenes quienes continúan sometiéndose, de manera voluntaria y sin control alguno, a esta dependencia tecnológica. Hay mucho que aprender y hacer al respecto.

Ustedes ¿qué opinan, colegas?

EL LINK

https://www.actualidadenpsicologia.com/desconexion-interpersonal-redes-sociales-interactuar/

EL DATO

• La desconexión emocional ocurre cuando notamos que algo nos está pasando y nos desconectamos, sin ser conscientes de ello. El ciclo emocional se interrumpe. En la desconexión puede haber represión emocional, negación, bloqueo o enganche emocional o incluso desconocimiento de nuestras emociones.
• Las emociones negativas están en nuestra vida. Son como mecanismos de supervivencia; sin embargo, muchos de nosotros en lugar de atenderlas y entenderlas, las colocamos en el ancla de nuestros barcos mentales para sumergirlas en el vacío de la indiferencia.
• En este entorno de desconexión emocional, si analizamos por un momento qué finalidad tienen nuestras emociones, nos encontramos que cada vez que se activan en el cerebro ejercen una reacción en todo nuestro ser. La repugnancia, por ejemplo, nos aleja de algo o alguien. El cariño, la ilusión, el afecto o la pasión nos conectan y nos inyectan todo un torrente de dinámicas con las cuales, ser más energéticos o creativos que nunca. El síndrome de desconexión es muy común hoy en día.

Fuente: Granada Digital.es