Estimados docentes: Desde siempre, la figura de Isabel Flores de Oliva, Santa Rosa de Lima (1586-1617) ha fascinado a distintos creadores artísticos. Los retratos que de ella hiciera el pintor iqueño Sérvulo Gutiérrez (1914-1960) son algunas de sus obras más conocidas, que definieron un periodo completo de su producción plástica. Poesías e investigaciones que buscaban escarbar más su enigmática personalidad han trascendido lo religioso por tratarse de una joven entregada en cuerpo y alma a un credo que era, a la vez, inspirador y desconcertante por el nivel de desapego hacia su propia persona, expresado en las penitencias a las que se sometía permanentemente.

El cine no ha sido ajeno al influjo de la Patrona de las Américas y Filipinas como personaje, con matices que van de lo clásico y aleccionador -la película española Rosa de Lima (José María Elorrieta, 1961), por ejemplo- a las interpretaciones más modernas que combinan esa religiosidad directa con un acercamiento más personal y psicológico, en la línea de lo que han hecho realizadores contemporáneos como Augusto Tamayo (Rosa mística, 2018) o Rubén Enzián (Santa Rosa de Lima, 2020), que abordó su perfil desde un punto de vista más histórico.

En cualquier caso, estamos ante un personaje de nuestra historia social y religiosa que, hasta hoy, en que el Perú conmemora su fecha santoral, ejerce enorme influencia como generadora de culto y esperanza. Instituciones como la Policía Nacional del Perú tienen a Santa Rosa de Lima como su patrona y hay enorme cantidad de instituciones educativas que llevan también su nombre en señal de respeto y recordación como uno de los baluartes de la espiritualidad católica que heredamos los peruanos de la época de la Colonia. Hoy, 30 de agosto, miles de familias visitan sus santuarios para renovar su fe y mantener vigente su legado.

EL LINK

https://elcomercio.pe/luces/cine/santa-rosa-de-lima-peliculas-de-la-celebre-patrona-de-america-30-de-agosto-feriado-nndc-noticia/

EL DATO

  • La devoción por Santa Rosa de Lima es grande en el Perú, es ineludible recordar que la Ciudad de los Reyes albergó a la primera santa del nuevo mundo. La santidad en estas tierras se convierte en el primer gran signo de que la fe tuvo su eficacia: Rosa fue el primer gran fruto de la evangelización. Hay que subrayar que Rosa no fue religiosa, en el sentido clásico o conventual.
  • Santa Rosa, patrona del Perú, América y Filipinas, y de tantas instituciones, es también patrona de la PUCP, por ello, esperamos que su vida sea inspiración y modelo para toda la comunidad universitaria, de modo que nos mantengamos firmes en el compromiso de trabajar de manera lúcida, creativa y generosa por los “Cristos azotados” de nuestro tiempo.
  • La tradicional imagen que se tiene sobre Santa Rosa refleja su experiencia religiosa, pero solo aquella mística e intimista -ya J. C. Mariátegui la llamó “flor de penitencia”-. Sin embargo, es importante rescatar que Rosa tuvo una esencial preocupación por los pobres, especialmente los indios y negros, a quienes atendía con gran solicitud en su habitación que había convertido en enfermería.

Fuente: Punto Edu (PUCP)

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