Estimados docentes: La educación virtual que, antes de la pandemia era una cuestión ocasional, es ahora permanente. Esto significa que los niños y adolescentes están un promedio de cinco horas lectivas frente a una pantalla, de Smartphone o de laptop, de televisor o de computadora de escritorio. En los tiempos pre-COVID-19, los alumnos estaban en las aulas cinco horas y, por las tardes -o mañanas, dependiendo de su turno- se prendían a sus teléfonos celulares para disfrutar de su tiempo libre, jugar, ver sus redes sociales y, si les quedaba tiempo, estudiar un poco más.
Esto significa que, a la ya exagerada sobreexposición visual a las brillantes pantallas de estos dispositivos que tenían antes del coronavirus, ahora esto se ha incrementado debido a las lecturas, sesiones online, exámenes y demás actividades que la programación escolar virtual exige, para dar continuidad al proceso formativo con las escuelas aun cerradas.
No necesitamos ser expertos en oftalmología para entender que este brillo afecta a los ojos de manera peligrosa. La exposición permanente a este brillo exagerado aumenta casos de miopía, mantiene los ojos deshidratados ya que al mirar fijamente todo lo que pasa en microsegundos, los individuos ya no parpadean. Y, adicionalmente, altera el ritmo natural del sueño ya que la luz blanca y azul suprime la producción de melatonina a nivel cerebral. Esto quiere decir que, cuando los niños y adolescentes pasan mucho tiempo, de noche, con los ojos pegados a su celular de alta gama, dormirán menos horas y ese sueño no será lo suficientemente profundo para cumplir su función renovadora de energías.
Todo esto influye en la capacidad de atención, aprendizaje y retención al momento de estudiar. Por ello es necesario hallar un equilibrio, bajar lo máximo posible el brillo intenso de los dispositivos y mantenernos al tanto de nuestra salud ocular.
EL LINK
EL DATO
- Según las últimas estadísticas los españoles pasamos entre 6 y 8 horas de media dirigiendo nuestra mirada a pantallas, ya sea hacia el ordenador, televisión o teléfono móvil. Pero, sin duda, el ranking lo encabeza el Smartphone. Los datos afirman que le dedicamos alrededor de 3 horas diarias dependiendo de la edad de los usuarios. En el caso de los jóvenes la cifra asciende considerablemente.
- Los dispositivos móviles se han convertido en nuestro aparato favorito para navegar por su inmediatez y fácil movilidad. Está claro que a pesar de sus repercusiones sobre la vista no dejaremos de utilizarlos y tampoco dejaremos de lado los trabajos que impliquen su uso.
- El parpadeo es muy importante para que los ojos se lubriquen y descansen. El brillo de los dispositivos también puede afectar al insomnio, por lo que se recomienda desconectarlo al menos una hora antes de comenzar el descanso nocturno.
Fuente: DosFarma.com
Deja un comentario