Estimados docentes: La vida de los seres humanos en este planeta tiene diversas dimensiones que lo relacionan con todo lo que lo rodea, hoy más que nunca se está apelando a la conciencia acerca de esta realidad en vista de que el medioambiente está sufriendo poderosamente de los embates de la actividad humana, el consumo excesivo y la falta de conciencia ecológica.
Enseñar a nuestros alumnos a cuidar del planeta es una obligación moral que nos atañe a todos, pero en especial a los padres y a los maestros, porque muchos de los males que nos aquejan en la actualidad están directamente relacionados con la falta de conciencia ética en nuestros actos y la carencia de valores que guíen nuestros comportamientos en la vida diaria.
Un aspecto muy importante en ese sentido es la empatía y el respeto que debemos tener hacia la vida de los animales. Muchos pensarán de inmediato que en un mundo donde no se tiene respeto ni por la vida de los seres humanos, preocuparse por los animales resulta absurdo o secundario, pero la verdad es que no es así, el grado de relación que una sociedad mantiene con el reino animal dice mucho de sus posibilidades de convertirse en una sociedad menos violenta y más civilizada.
Un animal es un ser viviente, y como tal siente, por lo tanto cualquier forma de maltrato constituye una crueldad, que debe corregirse. Es cierto que la polémica es grande, puesto que existen tradiciones en las que se utilizan a los animales y se pretende justificar su sufrimiento, como en las corridas de toros, peleas de gallos, espectáculos circenses, entre otros, pero el punto clave para que la sociedad tome consciencia está en la educación al respecto desde temprana edad.
Los animales no son solo utilitarios, para la alimentación o el trabajo, verdaderamente la humanidad les debe mucho, además son nuestros compañeros y nuestros amigos. Una persona que no se inmuta ante el maltrato a un animal o que, en el peor de los casos, es un maltratador de animales, es un potencial peligro para otras personas.
Los maestros podemos y debemos inculcar el amor por los animales y el respeto por las especies recordémoslo todo el tiempo si queremos que nuestros estudiantes sean respetuosos de los demás: de los niños, las mujeres, los ancianos, etc. La violencia no se inicia cuando alguien golpea a otra persona, su origen está más atrás en el tiempo y en muchos casos se inicia con el maltrato a un indefenso animal.
EL DATO:
Los niños conviven con una o varias mascotas desde temprana edad aprenden a ser responsables a desarrollar empatía, afecto incondicional y muchos adquieren una autoestima saludable como consecuencia de su relación con su animal de compañía.
Desafortunadamente, en familias problemáticas, los niños pueden aprender que los animales pueden ser maltratados e incluso que la conducta agresiva es aceptable hacia humanos. Algunos niños se identifican con el agresor, que puede maltratarlos a ellos o al cónyuge además de a las mascotas, y se convierten ellos mismos en agresores.
Un estudio de la New Jersey Public Child Protection Agency, revela que en el 88% de las familias donde se había maltratado a niños, también se había maltratado a animales.
“No todo individuo que haya maltratado a animales acabará siendo un asesino en serie, pero casi todos los asesinos en serie cometieron actos de crueldad con animales” (Dr. Randall Lockwood, psicólogo, vicepresidente Humane Society of the USA).
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