Estimados docentes: Como todos sabemos, las redes que nos conectan a internet funcionan de dos maneras, a través de un cable o de forma inalámbrica, que denominamos coloquial y universalmente como «Wi-Fi», término que deriva de «Wireless Fidelity», en español «Fidelidad Inalámbrica», frase que describe la fuerza que tiene ese servicio en su versión sin cables.
Estas conexiones Wi-Fi sirven para no depender de un cableado que limite nuestra movilidad, ya sea en casa u oficina. Y, cuando estamos en la calle, la Wi-Fi nos permite seguir navegando por todas partes. Lo habitual es que cada usuario contrata con su operador un servicio de datos para que su teléfono y ordenador permanezcan conectados a internet fuera de casa. Pero, cuando esos datos se acaban, el teléfono inteligente vuelve a ser lo que es, un aparato de plástico sin vida. Entonces ¿qué hacer en ese caso? Buscar una red inalámbrica pública.
Cada vez con más normalidad, encontramos que locales públicos como restaurantes, hoteles, bancos y centros comerciales poseen redes inalámbricas de acceso libre -como verán en los links de este post, existen serios riesgos al usarlas- y en otros, los establecimientos deben brindar a sus clientes la clave local para acceder a la ansiada conexión. Está práctica de la nueva sociedad cibernética muchas veces se convierte en un diferencial en cuanto a calidad de servicio. ¿Prefieres un restaurante con o sin Wi-Fi? La respuesta es más que obvia.
En casos de lugares públicos más amplios como, por ejemplo, un aeropuerto, tener acceso libre a Wi-Fi pareciera ser indispensable. Sin embargo, no todas las ciudades en el mundo lo ven así y solicitan un pago. ¿Debería ser por ley una Wi-Fi liberada? ¿Qué hacer, por ejemplo, en un concierto multitudinario, un partido de fútbol, una manifestación política que escale a un hecho violento o un desastre natural? Las personas con datos podrán comunicarse pero aquellas personas que no tengan esos datos están condenadas a no poder conectarse a internet, lo cual puede ser fundamental para atender una emergencia en cualquiera de esas situaciones.
EL LINK
EL DATO
- Las cafeterías, hoteles, centros comerciales, aeropuertos y muchas otras ubicaciones que ofrecen a sus clientes acceso gratuito a una red Wi-Fi pública, constituyen una manera conveniente de revisar correos electrónicos, ponerse al día en las redes sociales o navegar la Web cuando anda de paseo.
- En una encuesta reciente, el 70 % de los propietarios de tablets y el 53 % de los propietarios de smartphones/teléfonos móviles declararon que usan puntos de acceso Wi-Fi públicos.
- Recuerde, cualquier dispositivo podría estar en riesgo: Laptops, smartphones y tablets son todos dispositivos susceptibles a los riesgos de la seguridad inalámbrica.
Fuente: Kaspersky.com
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