Estimados docentes: Hay artistas que trascienden su oficio para convertirse en presencias universales, globales, capaces de contener toda la cultura en un solo lugar. Ejemplos de ello son, por ejemplo, Leonardo da Vinci, William Shakespeare, Friedrich Nietzsche. Que a través de sus producciones tocan el alma de la gente como una filosofía, como una religión, como una política y forma de vida. El argentino Facundo Cabral pertenece a esa élite minoritaria de seres humanos extraordinarios capaces de emocionar e influir, de animar y levantar a los demás con su propia vida.

Como él mismo decía, en alguno de sus extraordinarios monólogos, “tener menos cosas me ha permitido tenerme más a mí mismo”, aludiendo a esa difícil tarea que deberíamos asumir más personas, de desapegarnos de lo material para pensar más en el universo interior. En estas épocas de redes sociales, ambiciones materialistas de fama, dinero y likes, un predicamento como el de Facundo Cabral es casi una revolución contracultural, un ir contra las corrientes que definen los conceptos modernos de felicidad, plenitud, éxito.

Facundo Cabral fue una rara avis en la contaminada forma de vivir que hoy padecemos. A sus conciertos asistían ancianos, empresarios, campesinas, estudiantes, parejas, hombres, mujeres y niños de todas las edades. Y, llegado un punto, iban más a escucharlo hablar que a escucharlo cantar. Y no porque cantara mal -nada más lejos de ello, era un cantante y guitarrista virtuoso para la chacarera, el triunfo, la trova argentina de las zambas que inventó Atahualpa Yupanqui- sino porque era un placer, un honor poder escuchar sus narraciones, sus chistes, sus recuerdos de amistades célebres como Krishnamurti, la Madre Teresa, Jorge Luis Borges.

Murió trágicamente, asesinado vulgarmente a balazos, hace once años. Atreverse a escucharlo puede ser una revelación no exenta de un examen feroz a nuestros propios errores y carencias como seres humanos. Todos necesitamos aprender un poco del recordado facundo, quizás así la educación y el mundo pudieran ser un poco mejores.

EL LINK

https://www.clarin.com/espectaculos/musica/facundo-cabral-cantor-filosofo-popular-murio-acribillado-sicarios-calle-guatemala_0_98j3fJNoC.html

EL DATO

  • Rodolfo Enrique Cabral Camiñas, en principio conocido artísticamente como Indio Gasparino y después como Facundo Cabral; fue un escritor, cantautor, y poeta argentino, reconocido por su versatilidad a la hora de hacer lo que más lo apasionaba. Nació en La Plata, Buenos Aires el 22 de mayo de 1937, y es hijo de Sara Camiñas y Rodolfo Cabral.
  • En el año 1970, grabó la canción “No soy de aquí ni soy de allá”, que poco a poco se convirtió en un éxito, que lograba darle reconocimiento al artista; además, grabó con canciones en 9 idiomas y con cantantes como Julio Iglesias, Pedro Vargas, Neil Diamond, Alberto Cortez entre otros.
  • Como autor literario, recibió invitación para hacer parte de La Feria Internacional del Libro en Miami, donde habló de sus libros, entre ellos: “Conversaciones con Facundo Cabral”, “Mi Abuela y yo”, “Salmos”, “Borges y yo”, “Ayer soñé que podía y hoy puedo”, y el “Cuaderno de Facundo”. Como reconocimiento a su continúo llamado a la paz y al amor, en el año 1996 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) lo declaró “Mensajero Mundial de la Paz.

Fuente: Historia y Biografía.com

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