Estimados docentes: Al comenzar este nuevo año escolar 2024, un nuevo vicio social asociado al uso indiscriminado de la tecnología viene atacando a los escolares de diversos países de Latinoamérica, como el Perú. Como el uso de celulares “de alta gama” es actualmente muy normal entre niños, niñas y adolescentes, la población escolar y universitaria se ha convertido en blanco frecuente de asaltantes que, con una agresividad extrema, con insultos y muchas veces a mano armada, esperan a los alumnos a la salida de sus instituciones educativas para despojarlos de esos aparatos que, en el mercado negro, son altamente cotizado. Es una situación que expone al máximo peligro a individuos que solo deberían concentrarse en su educación y formación integral pero que, con este problema creciente, ven amenazadas su integridad física y hasta su vida.
Este tema debería hacer reflexionar a nuestras sociedades de consumo sobre la pertinencia de haber convertido a estos adelantos tecnológicos en objetos de uso cotidiano para una población extremadamente vulnerable como a niñez y la adolescencia. Estamos acostumbrados a que, en fechas especiales -Navidad, cumpleaños, “Día del Niño”- los más pequeños anhelen y, en algunos casos, hasta exijan de regalo un teléfono móvil conectado a internet que es, en realidad, una computadora portátil cuyo valor excede muchas veces el sueldo mínimo de los trabajadores más esforzados. No hemos tenido control sobre este nuevo hábito y ahora, como no tener un celular puede llegar a ser para los jóvenes una señal de pobreza o de “no estar a la moda”, los padres se ven obligados a que sus hijos porten, en sus bolsillos y mochilas, artículos muy caros que la delincuencia ansía para sus bajos propósitos.
Es cierto que los celulares conectados a internet son actualmente herramientas indispensables para la educación moderna. Pero no podemos normalizar el hecho de que cada estudiante de colegio, de los niveles Primaria y Secundaria -niños y adolescentes que oscilan entre los 6 y los 16 años de edad- camine por la calle con un teléfono de esos pues los transforma de inmediato en posibles víctimas de ladrones a quienes, como vemos apenas revisamos el buscador de noticias de Google bajo la frase “robos de celulares a escolares”, no les tiembla la mano para disparar a matar con la finalidad de llevarse esos teléfonos, a plena luz del día y sin que nadie pueda ser capaz de detener esta amenaza.
EL LINK
EL DATO
- La comunidad escolar denuncia un incremento de la criminalidad en los alrededores de las instituciones educativas, convirtiendo a los estudiantes en blanco fácil para los delincuentes.
- Estos casos evidencian un patrón alarmante de violencia y delincuencia dirigido hacia los menores en áreas cercanas a sus hogares y centros educativos. De acuerdo a datos del Ministerio del Interior (Mininter), de los 7 mil 602 colegios que hay en Lima, 548 se encuentran en las zonas rojas.
- Los menores en edad escolar se han convertido en otro blanco de los delincuentes. Ya sea que estos se encuentren en las puertas de sus hogares o cerca de sus centros educativos, los criminales los acechan desde lugares estratégicos aprovechando la ausencia policial.
Fuente: Infobae
Deja un comentario