Estimados docentes: Esta semana celebramos en Hispanoamérica y el resto del mundo, el Día Internacional del Libro, una fecha establecida para conmemorar a grandes escritores como Miguel de Cervantes, Inca Garcilaso de la Vega y William Shakespeare, cuyos fallecimientos ocurrieron, coincidentemente, alrededor del mismo día (en el caso del célebre autor teatral británico, según otro tipo de calendario). Se trata de una efeméride que une a los sistemas educativos globales en torno a un sano vicio, un hábito que nos aleja del salvajismo y la ignorancia: la lectura.
Se habla mucho acerca de la necesidad de promover “el pensamiento crítico” entre las nuevas generaciones. Pues bien, vemos cómo a diario esa capacidad de formar esa clase de pensamiento -reflexivo, cuestionador, curioso- se aleja cada vez más de aquellas cosas que nuestros niños y niñas en edad escolar consumen más: desde los excesos consumistas que se difunden en video musicales y programas de farándula hasta la agresividad exacerbada de los videojuegos, todo distrae la atención de los más jóvenes, sometiéndolos a una especie de control permanente de sus vocaciones más aventureras, acortando su capacidad de aprendizaje a dos o tres cosas homogéneas, sin profundidad ni sentido de la autenticidad.
Leer quiebra esas intenciones monopolizadoras de las conciencias y voluntades, abriendo las puertas de mundos imaginarios, emociones profundas -positivas, negativas y neutras- que, de manera sistemática, van contribuyendo al enriquecimiento de la personalidad y la formación integral de la psiquis, generando preguntas, expectativas, aprendizajes múltiples y sano entretenimiento. La lectura además ayuda a construir el pensamiento, con palabras, frases y giros creativos del lenguaje; y a expandir la cultura general a través de historias que pueden ser de ciencia ficción, terror, historias reales, crónicas, etc.
Leer nos hace, por otro lado, mejores seres humanos, más tolerantes, creativos, soñadores y prácticos al mismo tiempo. Estimular la lectura desde los primeros grados de Primaria es algo que tus alumnos, tarde o temprano, te agradecerán.
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EL DATO
- La lectura ofrece una amplia gama de beneficios para el desarrollo personal y cognitivo. Al sumergirse en libros y textos, las personas expanden su conocimiento, mejoran la comprensión y el vocabulario, y fortalecen la capacidad de concentración.
- Lo cierto es que construir un hábito de lectura o cualquier hábito requiere de esfuerzo, pero tampoco es tan difícil como se podría pensar. Gran parte de las cosas que hacemos en el día a día están relacionadas con hábitos que ya hemos adquirido.
- Fomentar el hábito de lectura en los niños es esencial para su desarrollo intelectual y emocional. Para lograrlo, es importante crear un entorno propicio donde los libros estén al alcance y sean atractivos. Comenzar desde temprana edad, leyendo cuentos y relatos de manera interactiva, estimula su interés por las historias.
Fuente: Impacto TIC.com
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