Estimados docentes: Uno de los temas que más se ha venido introduciendo en la educación y la psicología es el de la capacidad de ponernos en el lugar de los demás para así entender motivaciones, formas de ser, intenciones y alcances de las personas con las cuales interactuamos. Esta capacidad, que todos podemos desarrollar si somos guiados adecuadamente, es la famosa empatía. Ser empáticos nos aleja de los prejuicios, las intolerancias y nos acerca al entendimiento y la armonía.

Estimular el aprendizaje de la empatía sirve para que los niños, niñas y adolescentes crezcan con una visión clara y panorámica de que no viven solos en este mundo y que tratar de comprender las reacciones de los demás ayuda a solucionar conflictos en comunidades como las que se establecen en un salón de clase. Lo contrario a ser empático es ser intolerante a lo que es diferente de mí, y también motiva que sea indiferente frente a las necesidades de los demás. El ser humano, en situaciones de peligro, siempre muestra rasgos naturales de solidaridad y empatía. Pero, en situaciones cotidianas, la empatía a menudo suele estar ausente en ciertos niveles de interacción social.

Por ello es necesario conocer los beneficios que tiene ser empáticos para una vida social más armónica y abierta al diálogo. Saber escuchar y mirar al prójimo con empatía logra efectos muy positivos en el trabajo en equipo, en la interacción entre amigos y en la vida académica y laboral. A contramano de las tendencias difundidas en los noventa que privilegiaban la agresividad y el egoísmo, la empatía promueve la tolerancia. No la distracción frente a aquello que nos pueda dañar o ser engañoso, pero sí tener una mirada amplia y comprensiva respecto de las razones que puede tener la otra persona para reaccionar de tal o cual manera.

Vea el video completo aquí en este enlace.

EL LINK

https://www.euroinnova.pe/blog/empatia-en-la-escuela

EL DATO

  • Ponernos en el lugar del otro es un aspecto fundamental para lograr el bienestar personal y armonizar el cuerpo y la mente. De hecho, gracias a esta cualidad somos capaces de comprender a los demás y relacionarnos con ellos de forma satisfactoria.
  • Al saber escuchar y entender a las personas que nos rodean, somos capaces de relacionarnos de manera más fluida y sincera, lo que sin duda mejora la comunicación y aumenta la confianza mutua.
  • Los más pequeños deben superar el egocentrismo (propio de las primeras etapas de vida) para empezar a identificar y comprender las emociones que se producen en su entorno.

Fuente: Instituto Europeo de Educación.com

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