Estimados docentes: La doctora peruana Carla Gonzáles Arimborgo, de la Universidad Peruana Cayetana Heredia, se ha hecho conocida internacionalmente por su trabajo científico y educativo, en especial por sus investigaciones que revelaron al mundo las verdaderas bondades nutricionales de la maca, estigmatizada al principio como un “potenciador sexual”. Su labor educativa y académica ha ayudado a comprender mejor este producto andino que fue vendido equivocadamente como “el viagra andino”.
En el documental que adjuntamos a este post, la doctora Gonzáles cuenta al detalle los beneficios que tiene la maca en la energía corporal y la salud -no la estimulación sexual en sí misma- y cómo eso contribuye a que el rendimiento físico en diversas actividades tenga la posibilidad de incrementarse. También habla de cómo nació en ella la pasión por la ciencia, desde su niñez, y cómo el apoyo y estímulo de su padre fue fundamental para que este gusto se convierta en su profesión.
La curiosidad, el deseo por descubrir y aprender, son las bases elementales del pensamiento científico. Estas características, cuando son correctamente estimuladas, pueden terminar en un desarrollo de la inteligencia científica que, como en el caso de la doctora Gonzáles, florezcan en beneficio de la comunidad global. Además, esta curiosidad por saber cómo funcionan las cosas y cómo mejorarlas la traslada a la acción social, trabajando para difundir sus hallazgos y apoyar a comunidades femeninas a defender sus derechos en diversos temas.
La ciencia debe ser sencilla y necesita ser conocida, a nivel de sus resultados positivos, de lo contrario los descubrimientos, por muy sorprendentes o importantes que sean, quedarán encerrados en los laboratorios. Ella lidera una cruzada llamada “Por qué estudiar ciencias en el Perú” que recorre colegios promoviendo el conocimientos de la actividad científica.
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EL DATO
- La buena noticia para las madres y los padres es que los niños aprenden la ciencia de manera natural. Los niños pequeños siempre están experimentando: cuando tiran objetos al suelo, salpican agua en la bañera o hacen rodar una pelota, están explorando y aprendiendo cosas del mundo que los rodea.
- Pasea con tus hijos y habla con ellos de los animales que vean, el tiempo que hace y las plantas que estén floreciendo. También pueden tocar con delicadeza las hojas y las piedras, escuchar los sonidos de los animales y describir las sensaciones que esas experiencias les despiertan.
- Si no conoces la respuesta a alguna pregunta, toma nota para tratar de responderla con ellos en otro momento. Recuerda: la ciencia consiste en explorar y en hacerse preguntas, ¡y eso no solo se limita a los niños!
Fuente: Unicef.org
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