Educación Cívica: ¿La necesitamos?

Estimados docentes: La respuesta definitiva es SÍ. La Educación Cívica –que puede denominarse también educación ciudadana, ética, moral o una combinación de todas- es una de las materias inherentes al concepto de educación para la vida, tan vigente en nuestras épocas. Hablar de aprender a aprender, o del aprendizaje continuo durante las diferentes etapas de la vida –escolar, universitaria, familiar, adulta, anciana- tiene entre sus elementos fundamentales la formación integral de la personalidad.

Ser una persona de bien, respetuosa del ordenamiento legal y de las normas básicas de urbanidad, trabajadora en base a la honestidad, responsabilidad y puntualidad, que sea tolerante a la opinión ajena u opuesta, que sea amable y no agresiva con el prójimo. Todo ello –y más- es parte de una educación cívica que busca construir una nueva ciudadanía.

Todo eso es cierto, me dirán ustedes, pero los videos de Maluma y Karol G no ayudan. Y esa es una realidad innegable, gigantesca. La venta indiscriminada de modelos de vida en los cuales priman el lujo, el materialismo, la diversión, los excesos, la seducción sin trasfondo, la impunidad frente a diversas formas de abuso, bullying y discriminación, malforma la mentalidad de los niños y adolescentes influenciables que después, enfrentados a las nociones de constitución, respeto al otro y límites, solo terminan burlándose de ellas.

Por eso en este tema los docentes con vocación de servicio nadamos contra la corriente. Y es una corriente muy fuerte pues todo entra por los ojos y oídos de los más jóvenes, todo el tiempo, a través de internet. Una Educación Cívica eficaz ya no debe ser solo un curso más de la parrilla que nos envía el ministerio de nuestro país. Debe ser parte de la agenda diaria, de padres, madres, docentes y autoridades. Las distracciones son siempre más poderosas pues apelan a la predisposición de nuestros cerebros a relajarse y no pensar. Ahí está, colega, el principal enemigo. El mismo del cual dependemos para seguir trabajando en estos tiempos de pandemia.

¿Cómo encontrar el equilibrio? ¿Alguna idea?

EL LINK

EL DATO

• La educación cívica fue uno de los cursos más importantes durante años. En esta área de enseñanza, la currícula se olvidaba un poco de las fechas y datos históricos para centrarse en aquellos aprendizajes útiles para el desarrollo diario de los alumnos, en su camino hacia la adultez: valores, nociones de urbanidad, respeto a las normas, educación vial, cariño por nuestros símbolos patrios, limpieza y educación para la convivencia social.
• Por ello muchos teóricos de la educación consideran que este curso debería ser nuevamente parte del Currículo Nacional, ya que cubre una serie de competencias fundamentales para que los ciudadanos del futuro tengan una formación íntegra que garantice una sociedad menos agresiva y más apacible.
• La educación cívica como parte del plan de estudios escolares está siendo revisada y revalorada en países, en los que como en el nuestro, fue suprimida, porque en realidad significa un espacio muy positivo para que los maestros y sus alumnos traten temas de convivencia, cultura de paz, respeto por derechos individuales, propios y ajenos, conciencia medioambiental, apertura a la diversidad, tolerancia, democracia, participación ciudadana, entre tantos otros tópicos tan necesarios para la vida en cualquier sociedad de este mundo globalizado.

Fuente: Blog Derrama Magisterial (Perú)