Marc Masip, psicólogo: ¿Qué mostramos en redes sociales?

Estimados docentes: Los bailecitos del TikTok, que tanto divierten al público consumidor de medios masivos de comunicación, contienen metalenguajes (a veces no tan) escondidos que son fuente de potenciales problemas: bullying, acoso y/o abuso sexual, precarización de las relaciones entre hombres y mujeres jóvenes. Todo ello conforma una generación que crece sin entender cuestiones básicas como la importancia de su propia privacidad, la cuota de inteligencia y reflexión que siempre debe acompañar a los instintos naturales y despertares sexuales, el respeto hacia la imagen de cada uno. Repetir modelos impuestos por estrellas de farándula –algunas de cartón como la farándula local y otras de brillos vacíos como las internacionalmente famosas- les roba a los y las (aquí se es pertinente usar “el lenguaje inclusivo”) la oportunidad de conocerse más y evolucionar hacia una adultez que sepa distinguir entre lo pasajero y lo duradero.

Se ha dicho en cientos de artículos y ensayos que casi nadie lee a conciencia: el exhibicionismo en redes sociales es reflejo inequívoco de profundas y poco exploradas carencias emocionales y afectivas: baja autoestima, desesperación por la reafirmación en un contexto de presiones sociales, vacío emocional, abandono. La muchachita más entusiasta, que se contorsiona y ensaya coreografías, que cumple “retos” del TikTok o del Instagram, que recibe cienbtos de likes y corazoncitos en cuestión de minutos cada vez que publica un video desde el jardín de su casa o desde su habitación, puede estar escondiendo una oscura depresión. Sucedió hace poco en Europa, una joven influencer de TikTok fue encontrada muerta en su cuarto. Se había suicidado. Tenía miles de miles de “followers”.

En estos tiempos de educación remota, en que el estudio se combina con el chat disperso, la distracción con las tareas, los docentes tenemos que trabajar mucho más con los padres de familia. Pero además de eso, los medios de comunicación deberían entender de una vez el daño que hacen instalando en la mente de sugestionables niños, niñas y adolescentes de ambos sexos de que esa popularidad es valiosa, como medio de vida y de éxito social. Nadie promueve que desaparezca la diversión en redes, pero la vida no puede girar en torno a esas cosas.

EL LINK

EL DATO

• “Redes sociales virtuales” (RSV) es el nombre técnico para definir las diversas páginas o sitios de Internet como Facebook, Twitter, Instagram, TikTok, YouTube, etc.; así como los “blogs” personales y los servicios de mensajería instantánea o “messenger” y Whatsapp. Todos ellos son formas de interacción social virtual que permiten un intercambio dinámico de información entre personas y grupos.
• El principal peligro de las RSV es la supresión inadvertida de la frontera entre lo público y lo privado, de tal manera que la gente da a conocer información personal que puede ser usada en su perjuicio, de caer en manos de delincuentes, acosadores sexuales, gente chismosa, etc.
• En la adolescencia, muchas personas creen erróneamente que sus actos no traerán consecuencias, que éstas son poco importantes o que las acciones censuradas por los adultos y adultas en realidad “no tienen nada de malo”. Es hasta cuando se hacen palpables los daños a la imagen cuando aparecen las lamentaciones. Pensemos, por ejemplo, en qué pasaría si estas fotos comprometedoras son vistas por sus padres, madres, hermanos/as menores y demás familiares. ¿Y qué tal si estas fotos penosas son vistas por personas de las que pudiera depender su situación de estudios o tu trabajo?

Fuente: Externado.edu.sv