Estimados docentes: La humanidad ha comido mal los últimos treinta o cuarenta años. ¿No les ha pasado que nuestras madres y abuelas, en el caso que aun estén entre nosotros, digan siempre que antes se comía mejor? La sobrecarga de alimentados procesados e industrializados ha ocasionado que consumamos productos como sal, azúcar, aceites y carnes de manera exagerada, lo cual ha traído como consecuencias casos de diabetes infantil, sobrepesos y obesidades mórbidas que, tarde o temprano, ponen en riesgo la salud y la vida de muchas personas.
Por eso, es obligatorio que aprendamos a comer otra vez. En el Perú nos conocen internacionalmente por ser “generosos” al momento de servir platos de comida. Cerros de arroz (carbohidratos en exceso), montones de azúcar (en los dulces), sal y frituras de todo tipo. Son comidas fantásticas, de sabores intensos y muy agradables en comparación con otros países. Pero el problema no es en sí misma la comida. El problema son las cantidades.
Reflexionar sobre cómo nos alimentamos y cómo debemos hacerlo en los años que nos quedan es imperioso para garantizar una ancianidad saludable, que no esté aquejada por dolencias o enfermedades graves, a veces motivadas por esas acumulaciones de décadas de consumos indebidos de estos productos. Frutas y verduras deberían reemplazar a los excesos de azúcar, grasas y condimentos artificiales. Y el consumo de proteínas y carbohidratos debe ser en medidas adecuadas, evitando excesos. Por muy sabrosa que sea la comida que estamos acostumbrados a consumir, necesitamos gran fuerza de v9oluntad para cambiar hábitos y promover lo mismo entre nuestros estudiantes y la sociedad del futuro.
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EL DATO
- La malnutrición se define como “un estado fisiológico anormal debido a un consumo inadecuado, desequilibrado o excesivo de macronutrientes y/o micronutrientes. La malnutrición incluye la subalimentación y la sobrealimentación, así como las deficiencias de micronutrientes”.
- No hay una dieta “ideal” que sea adecuada para todos. Las necesidades nutricionales son específicas de cada individuo, pero todo el mundo necesita una dieta equilibrada que incluya alimentos variados que aporten los diferentes tipos y cantidades de nutrientes que necesitamos para mantener una buena salud.
- Para tener una dieta sana y equilibrada es importante tomar las decisiones correctas, pero a menudo estas decisiones se basan en otros factores además de la nutrición: la disponibilidad y el coste de los alimentos, el sabor y la apariencia, los gustos y aversiones personales, y las prácticas y tradiciones culturales.
Fuente: FAO.org
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