Estimados docentes: En estos tiempos, en que la globalización ha acabado con la noción de fronteras entre los países y continentes y que cada vez es más común hablar de “ciudadanos del mundo” pareciera que el amor a la patria se ha convertido en un asunto del pasado, un anacronismo incompatible con las nuevas formas de entender la relación entre el individuo y su lugar de nacimiento. Esto, que puede ser obvio para el ciudadano promedio, no se cumple en términos generales entre países y regiones que siempre reclaman y viven en pugna por cuestiones territoriales, a veces llegando a conflictos planetarios que generan una serie de problemas, desde tráfico de armas hasta lamentables pérdidas humanas.

El amor a la patria, en realidad, es una emoción. Y como tal no debe -o no debería- estar condicionada a asuntos comerciales, empresariales ni políticas. Sentir cariño por el país en el que uno ha nacido surge casi de manera natural, se aprende desde casa. Los niños quieren su idioma, su comida, sus costumbres, sus símbolos. Más allá de estrategias militares o demagogias, la querencia territorial es comprensible en todo ser humano. Y su estímulo, necesario para formar la integridad personal de las ciudadanías a partir de la sensibilidad y los buenos sentimientos.

Esta identificación, personal y familiar, es la raíz del surgimiento de ejércitos y policías que, por lo menos conceptualmente, defienden a su país “porque lo quieren”. Lamentablemente, el concepto de patriotismo ha sido usado, muchas veces a lo largo de la historia, de manera tergiversada por grupos políticos y de poder económico para manipular las cosas y lograr sus objetivos, muchos de ellos no solo diferentes sino opuestos a los de una nación como colectivo social, que merece ser justa y solidaria.

EL LINK

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/educacion/2016-05-17/patriotismo-escuelas-nacionalismo-ensenanza-valores_1200905/

EL DATO

  • Los maestros tenemos en nuestras manos a los futuros ciudadanos del país. Después del hogar, la escuela es el lugar donde nuestros niños son expuestos a sus primeros acercamientos con el concepto de Patria y la importancia de amarla y respetarla. Los pequeños aprenden los versos del Himno Nacional y es frecuente verlos muy emocionados en los izamientos de la Bandera, cantando con fervor y portando su escarapela.
  • Si digo que amo a mi país, no llego tarde a mis compromisos; si amo a mi país, cumplo con sus leyes y normas; si amo a mi país, no le hago trampa ni en la escuela, ni en la calle, ni en casa; si amo a mi país, no me aprovecho de la situación, ni soy desconsiderado con los demás. En todas esas cosas y en muchas otras más podemos profesar y demostrar nuestro amor por el Perú.
  • Todas las personas tenemos el derecho a una nacionalidad y de alguna manera eso marca nuestra existencia para toda la vida. Pero una de las premisas del amor a la Patria debería justamente ser que todos somos seres humanos y, antes que a un país, le pertenecemos a un mundo en común, nuestra primera Patria es el planeta tierra, y por ello los seres humanos debemos reconocernos como iguales y entender que el lugar donde nacimos lo amamos, pero eso no significa que es mejor o peor a aquel en el que nacieron otras personas.

Fuente: Blog de Derrama Magisterial

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