Pedagogía: La neurociencia de las emociones

Estimados docentes: Hacer que las cosas nos vayan bien es, en estos tiempos, una ciencia apoyada en los adelantados estudios que realizan expertos en el cerebro y sus miles de conexiones neuronales. No solo se trata, como se solía creer antiguamente, de un asunto de sugestión o de cuestiones extrasensoriales, casi místicas.

La neurociencia nos enseña que ciertos hábitos -hacer ejercicios, dormir bien, comer sano- estimulan la producción de sustancias que contribuyen a que nos sintamos mejor de ánimo, disposición y voluntad para hacer las cosas de manera correcta, en diversas áreas de la vida. Acometer con entusiasmo el trabajo, por ejemplo. O disfrutar del tiempo que se pasa con amigos, son acciones que dependen de esas reacciones cerebrales.

De hecho, cuando una persona practica esta clase de costumbres puede comenzar a notar cambios mínimos en su propia vida, lo cual también genera satisfacción y bienestar. Puede ser que, por este motivo de raíz neurocientífica, en el pasado -cuando aun la neurociencia no estaba desarrollada ni reconocida como disciplina- se asociaba todo ello a cuestiones menos medibles y, por ende, se generó la creencia de que estas cosas -meditación, consumo de ciertos alimentos- tenían que ver con trucos de parapsicología o curanderismo.

Al final, la gestión de las emociones comienza y termina en el cerebro, como está más que demostrado en estos tiempos.

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EL LINK

https://theconversation.com/como-mide-nuestras-emociones-la-neurociencia-172249

EL DATO

• Conforme pasan los años y avanza la tecnología, la concepción abstracta de la felicidad pareciera estar cada vez más alejada de la realidad. Sin embargo, la psiquiatra española Marian Rojas Estapé publicó un libro, que se convirtió en furor en su país, que busca ayudar a sus pacientes a encontrarle sentido a la vida y alcanzar la plenitud en el día a día.
• “Somos una sociedad que ha perdido el sentido de la vida. Lo hemos sustituido por otras cosas: sensaciones, redes sociales, pantallas, pornografía, alcohol… Ese es el problema y es un problema grave. Sobrevivimos, pero no vivimos. Hemos dejado de hacernos preguntas”, dijo Marian Rojas Estapé, en una entrevista para el portal El Mundo.
• La felicidad y el sentido de la vida. Ambos conceptos van de la mano, tanto para la española como para el común denominador de los escritores que investigan la temática. Y hoy, con los avances tecnológicos, la “desconexión” del mundo que nos rodea parece más fuerte, paradójicamente.

Fuente: Infobae.com