Estimados docentes: A menudo olvidamos que también existe la Educación Básica especial (EBE), que concentra sus esfuerzos en educar, motivar y sobre todo, ayudar al desarrollo óptimo de personas con discapacidad, en cualquiera de sus formas y condiciones. El Síndrome de Down, trastorno genético descubierto en 1866 por el doctor británico John Langdon Down, es una de las condiciones más conocidas y con emblemáticos casos de superación que han dado la vuelta al mundo.
Como estudiantes, las personas con Síndrome de Down tienen diversos niveles de desarrollo, de acuerdo a la manera cómo se manifieste el trastorno. Sin embargo, lo que más se destaca de sus perfiles individuales es su enorme capacidad para ser sensibles y entregar afecto, de manera inocente y desinteresada, casi como si fueran siempre niños aun cuando ya tengan edad adulta.
Si el Síndrome de Down no afecta de manera grave las funciones cognitivas y motrices, la persona con esta discapacidad puede desarrollar tareas como estudiar, hacer deporte, trabajar y practicar disciplinas como tocar instrumentos musicales, pintar, etc. Con la asesoría adecuada, pueden llegar a integrarse con absoluta facilidad y contribuir al ingreso económico de su familia. Y, sobre todo, vivir una vida útil y satisfactoria, siempre con la observación médica y el apoyo familiar constante para estimular su aprendizaje.
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EL DATO
Datos interesantes sobre el Síndrome de Down
Uno de los casos registrados más antiguos de Síndrome de Down fue descubierto en el esqueleto de un niño de hace 1,500 años, en Francia.Las mujeres con Síndrome de Down son capaces de engendrar mientras que los hombres con este trastorno son estériles.
Lo común es que en la palma de las manos tengamos dos líneas horizontales con una forma parecida a la de la letra ‘M’. Pero el 5% de las personas exhiben una única línea transversal en ambas manos, lo cual es considerado como indicador de Síndrome de Down.
Sujeet Desai, norteamericano, se convirtió en un músico respetado con Síndrome de Down. Toca ocho instrumentos, entre ellos piano, violín y saxofón.
La esperanza de vida de personas con Síndrome de Down se ha elevado a 60 años con la ayuda de los avances de la medicina, mientras que en la década de los ’80 era de 25.
Curiosamente, a algunos niños con Síndrome de Down les resulta más fácil el lenguaje de signos a la hora de aprender a expresarse que el discurso hablado, generalmente porque el hecho de articular sonidos puede resultarles más complicado.
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