Estimados docentes: Una persona va caminando por la calle y de repente, le suena el celular. Se para en una esquina y contesta. De repente, una moto pasa por delante de él y, a la velocidad de un rayo, de un manotazo le quita el teléfono y acelera, perdiéndose entre el tráfico. La persona, entre sorprendida y frustrada, solo ve cómo el sujeto de la moto se aleja con su teléfono de última generación. Otro ejemplo: Un grupo de chicas adolescentes se van tomando fotos selfies despreocupadas. A unas cuadras, un desconocido las graba y toma fotografías para luego extorsionarlas. Tercer caso: Mientras camina por la calle, una persona va mirando su celular, sus redes sociales, sin ver el camino. Un scooter pasa y lo atropella, causándole múltiples heridas.

Estos accidentes se producen por la falta de precaución, puesto que a menudo nos confiamos pensando que “no va a pasar nada” y nos exponemos a diversas situaciones que pueden ocasionar daño a nuestra integridad física o económica. Aun cuando no sea garantía absoluta de no tener problemas, la precaución disminuye los riesgos, sobre todo en estos tiempos en que han aumentado la inseguridad ciudadana, los peligros de usos indiscriminados de herramientas tecnológicas y, en general, las sociedades experimentan un incremento de posibilidades de que nos pasen cosas que afecten una o varias dimensiones de nuestra seguridad.

En un tiempo, se extendió la idea de que ser “precavidos en exceso” tenía relación con ser medroso, con tener miedo, por lo que la precaución comenzó a ser mal vista entre los promotores de las características que cada persona debía desarrollar para ser competitivo. Sin embargo, tener cuidado es un aprendizaje fundamental que debemos instalar en niños, niñas y adolescentes porque como decían nuestros antiguos maestros “es mejor prevenir que lamentar”. No tiene que ver con dejarse dominar por el miedo. Tiene que ver con entender que cada vez hay riesgos mayores, sobre los cuales no tenemos necesariamente el control de las consecuencias.    

EL LINK

https://www.mapfre.es/particulares/seguros-de-hogar/articulos/como-ser-precavido/

EL DATO

  • Ser precavido es justamente enseñar a los niños a que ellos tomen las precauciones necesarias para evitar lastimarse física o mentalmente. Existe una gran importancia y necesidad en cuanto a enseñar a un niño a ser precavido puesto que, ningún padre o madre puede estar presente las 24 horas del día cuidando de lo que hacen los niños. Así, los niños precavidos se encontrarán en situaciones a las que deberán reconocer cuando aparezca el peligro.
  • Ser precavido también abarca la necesidad de enseñarles a los niños sobre el peligro de hablar con un extraño o recibir algún regalo de alguna persona desconocida. Para ello, no debemos asustarles pero sí es importante que les expliquemos que “existen personas malas que no desean hacer amistad con los niños” y que ellos “deben tener cuidado y no hablar con extraños”.
  • La precaución les ayuda a que estudien mejor los pasos que darán y que evalúen las futuras consecuencias de cada uno de estos actos. Les evita complicaciones o problemas a mediano y largo plazo.

Fuente: Guía Infantil.com

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  • La Precaución significa:Reserva,cautela pa
    ra evitar o prevenir inconvenientes,dificul
    tades o daños q’pueden temerse.Enseñar a
    nuestros niños a ser precavidos para aparta
    r,algún daño ,peligro o molestia,impidiendo
    q’ suceda,q’actúen con cautela cuando el peligro de riesgo es inminente o ya es un
    hecho.

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