Música religiosa: Un mundo aparte

Estimados docentes: Ahora que se acerca la Semana Santa, una fecha de origen religioso que es igual de importante para creyentes como para no creyentes, ya sea porque los no creyentes respetan las tradiciones de quienes sí lo son, o porque son simple y llanamente unos días feriados, útiles para descansar o realizar otras actividades, uno de los temas más recurrentes es la evolución de la llamada “música religiosa”.

Como es natural en esta parte del mundo -países de habla hispana que fueron colonizados por el Imperio Español entre los siglos XVI y XIX- la existencia de música religiosa llegó a nuestros oídos a partir de sus representantes orientados a cantarle al Dios del Catolicismo. Ya sea en la forma de cantos gregorianos -tan antiguos que podríamos ubicarlos en la época de las Cruzadas- o las composiciones de música sacra (sagrada) de Johann Sebastian Bach, las misas de Mozart, los canos litúrgicos de Haendel, entre otros, es la idea primigenia que tenemos en Occidente y, particularmente, en Latinoamérica.

Estas formas musicales fueron transformándose, poco a poco, como todo lo relacionado al arte musical, y adaptándose a las épocas y gustos del público. Hoy, tenemos hasta bandas de heavy metal que dedican sus canciones a la religión -Stryper es la más famosa, desde los EE.UU.- pero, también hay otros artistas populares que, luego de pasar años en caminos desordenados -consumo de sustancias, noches de juergas interminables- terminaron cantándole “al Señor” -quizás uno de los ejemplos más famosos sea el del dúo de salseros/boleristas portorriqueños Richie Ray y Bobby Cruz. O las plegarias que vienen de la mano de grupos evangelistas que graban cada año plegarias de todo tipo. En EE.UU., desde el gospel que dio forma a la cultura afroamericana desde los inicios del siglo XX hasta el género conocido como “música religiosa contemporánea”, las opciones de alabanzas musicalizadas son interminables.

Las otras grandes religiones del mundo -el Judaísmo, el Islamismo, el Budismo y el Hinduismo- tienen también sus expresiones musicales, dignas de ser reconocidas y, más allá de compartir sus credos o no, escuchadas, como parte de una manifestación humana hacia aquello que percibe como el origen espiritual de sus vidas y existencias.

EL LINK

https://aulamusical.com/musica-y-religion/

EL DATO

• “Cuando el hombre trabaja, Dios lo respeta. Pero cuando el hombre canta, Dios lo ama”. Es una frase del célebre escritor indio Rabindranath Tagore (Premio Nobel de Literatura en 1913), que solía repetir Facundo Cabral, el entrañable trovador argentino.
• Como continuación de una larga tradición histórica, que se remonta al uso litúrgico de composiciones corales en el siglo XI -los cantos gregorianos, que fueron reintroducidos al gusto popular, en los años noventa, por unos alemanes que se hacían llamar Enigma-, o a los oratorios sacros de Johann Sebastian Bach (La pasión según San Mateo, 1727) y George Friedrich Haendel (El Mesías, 1741), la religión también encontró su camino en las expresiones musicales populares y contemporáneas.
• De manera gradual y casi imperceptible, la relación música popular-religión se fue diluyendo en cuanto a la aparición de obras conceptuales y grandilocuentes como las mencionadas. Lo que ocurrió, en cambio, fue la consolidación de la industria del pop-rock y las baladas evangelizadoras –tanto en inglés como en español, paralela a otros estilos.

Fuente: Sudaca.pe