Estimados docentes: En medio de los debates ideologizados y empobrecidos de quienes se refieren a cuestiones de género como si se tratara de una guerra que debe ganarse desplegando toda una serie de argumentos que van desde lo rudimentariamente psicológico y libertario a lo abiertamente vulgar y superficial, nos olvidamos de que el tema se debería reunir en un simple y llano propósito pedagógico: la enseñanza del respeto que debe ser base de cualquier relación interpersonal o interacción con el conocimiento, se trata de ciencias exactas o de cuestiones más subjetivas, más humanas.
Si, desde que son niños que egresan del nivel Inicial al nivel Primaria, los maestros, padres de familia y demás fuentes de información -medios masivos de comunicación, redes sociales, líderes de opinión de entretenimiento y desarrollo social, etc.,- tomaran en serio las consecuencias inmediatas que tiene sobre la psiquis de individuos en formación aquellos mensajes que arremeten contra las nociones básicas de respeto mutuo en todo orden de cosas, dejaríamos de ver cosas como, por ejemplo, estas: que una artista de fama global como la cantante colombiana Shakira anuncie un disco lleno de canciones en los que ofrende, por igual, a todos aquellos hombres y mujeres que son considerados por ella como sus enemigos y que, sin ningún problema, el disco se convierta en éxito de ventas millonarias.
Las relaciones respetuosas se construyen a partir de detalles pequeños, como por ejemplo llamar siempre a los demás por sus nombres sin caer en el uso de diminutivos ni de apodos o sobrenombres. Otra forma respetuosa de relacionarnos aparece en nuestro aprendizaje desde la costumbre de no fijarnos de manera compulsiva en cómo se ve, si tiene o no defectos físicos, etc. Es cierto que las particularidades llamarán siempre la atención de los pequeños, pero si no ven ellos en los adultos ese tipo de conducta, de referirse o burlarse del peso, la estatura, el color, etc., de los demás, eso jamás se les ocurrirá de la nada…
Este aprendizaje se terminará reflejando también en las relaciones de género, entre hombres, mujeres y también, para ir de acuerdo con el signo de los tiempos, entre aquellos adolescentes que, desde esa difícil etapa de su crecimiento físico, emocional y psíquico, comiencen a identificarse con otras alternativas. Los sistemas educativos y las sociedades, poco a poco y de manera muy dificultosa, necesita encontrar su camino hacia la comprensión definitiva de estos niveles de interrelación sin caer en la desinformación, la tergiversación interesada de conceptos y la confusión entre los más jóvenes.
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EL DATO
- Los niños y las niñas deben sentirse bien acogidos en un ambiente de aprendizaje seguro. Los gobiernos, las escuelas, los docentes y los alumnos tienen un papel que desempeñar para hacer que las escuelas estén exentas de violencia y discriminación y proporcionen una educación de buena calidad y con una perspectiva de género.
- Los códigos de conducta de los maestros pueden contribuir eficazmente a reducir la violencia de género en las escuelas si se refieren explícitamente a la violencia y el maltrato e incluyen procedimientos claros para informar acerca de la inconducta y hacer cumplir las normas. El código de ética docente de Mongolia para las escuelas de enseñanza general y jardines de infantes incluye un capítulo relativo a las normas éticas.
- Los alumnos también tienen la responsabilidad de comportarse de forma tal que no afecte el derecho de los demás a la educación (UNICEF y UNESCO, 2007). Las escuelas aplican cada vez más modelos de prevención, enseñando a los alumnos cuáles son las estrategias aceptables para interactuar con sus compañeros (Horner et al., 2010).
Fuente: Unesco
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