Estimados docentes: Desde siempre, los abanicos han sido uno de los accesorios de mayor uso para ahuyentar el calor y los malos olores. Desde épocas muy antiguas, estos artefactos servían para despejar los ambientes cuando aun la humanidad no conocía los sistemas de agua y desagüe que hoy nos hacen tan fácil la vida y convivencia doméstica. Posteriormente, cuando la tecnología dotó a los sistemas de las primeras redes de alcantarillado, los abanicos pasaron a formar parte del atuendo de distintos sectores sociales, especialmente entre las mujeres.
Para los años posteriores a la revolución industrial, inicios del siglo XIX aproximadamente, esta costumbre de usar abanicos como accesorio de moda se extendió y se convirtió, inclusive, en un instrumento de coquetería, como las máscaras y antifaces en los carnavales europeos -como verán en detalle en los links incluidos en este post- los abanicos servían para semi cubrir el rostro y, dependiendo de la altura a la cual se le sostenía frente al rostro, el mensaje que se enviaba era diferente, así nació el llamado “lenguaje de los abanicos”. En países del Lejano Oriente se desarrolló toda una cultura de artesanos que elaboraban abanicos con varillas de madera, bambú y otros elementos, haciéndolos más efectivos por su capacidad para cortar el aire con más peso, generando una ventilación más efectiva.
Los abanicos, con sus diseños, colores y encajes, es ya un producto de la modernidad que tiene esa doble función, como accesorio de ropa y fuente de aire fresco. Y, aun cuando hoy en muchas partes del mundo como EE.UU., Canadá, Europa, ciudades principales/capitales de Latinoamérica y las zonas más desarrolladas del Oriente Medio, los servicios de aire acondicionado son parte fundamental en la construcción para casas, oficinas y demás establecimientos públicos (hoteles, restaurantes, hospitales), todavía es muy común ver cómo en verano, las personas llevan consigo estos pequeños y vistosos objetos para darse un poco de frescura ante las olas de intenso calor que hoy padece el mundo en sus respectivas temporadas veraniegas.
EL LINK
EL DATO
- La historia del abanico es casi tan extensa y antigua como la existencia de la humanidad. Su origen no se conoce con exactitud, pero se cree que ya en la prehistoria existía. Seguramente en forma de grandes hojas de plantas. A lo largo de los siglos, multitud de países y civilizaciones lo han utilizado.
- Hace cientos de años, en China, tanto las mujeres como los hombres empleaban el abanico. Era una sociedad muy refinada, y portar en la mano un pequeño estuche con su abanico en el interior, era signo de distinción y autoridad.
- La diversidad de abanicos, históricamente, estuvo a expensas casi siempre de los antojos de la moda. Han existido de todo tipo y condición. También para infinidad de usos que hoy en día nos pueden parecer sorprendentes.
Fuente: Curiosfera.com
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